Los osos pandas ya no están clasificados como especies en peligro de extinción por las autoridades chinas, pero siguen siendo vulnerables, advierten. La clasificación bajó porque su número en la naturaleza alcanzó al menos los 1.800 ejemplares.

Los expertos afirman que el país consiguió salvar a su emblemático animal gracias a sus esfuerzos de conservación a largo plazo, incluida la ampliación de sus hábitats. China considera a los pandas un tesoro nacional, pero también los prestó a otros países como herramientas diplomáticas.

La última actualización de la clasificación "refleja la mejora de sus condiciones de vida y los esfuerzos de China por mantener sus hábitats integrados", manifestó Cui Shuhong, jefe del Departamento de Conservación de la Naturaleza y la Ecología del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente en una conferencia de prensa.

La nueva clasificación se produce años después de que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ya retirara a este animal de su lista de especies en peligro de extinción y lo volviera a catalogar como "vulnerable" en 2016.

En ese momento, los responsables chinos cuestionaron la decisión y advirtieron de que podía inducir a la gente a creer que los esfuerzos de conservación podían relajarse.

¿Cómo salvó China exactamente a estos formidables animales?

Estos animales estaban antaño extendidos por todo el sur y el este del país, pero, debido a la expansión de la población humana y al desarrollo, se limitan ahora a las zonas que aún contienen bosques de bambú.

"Se trata de restaurar los hábitats", declaró a la BBC Craig Hilton-Taylor, director de la Lista Roja de la UICN. "El mero hecho de restaurar el hábitat del panda les ha devuelto su espacio y les ha proporcionado alimento".

La pérdida de hábitats fue la causa de que el número de pandas descendiera a poco más de 1.200 en la década de 1980, según el especialista.

"Los chinos han hecho un gran trabajo invirtiendo en los hábitats del panda, ampliando y creando nuevas reservas", consideró Hemley. "Son un maravilloso ejemplo de lo que puede ocurrir cuando un gobierno se compromete con la conservación".

Los pandas dependen mucho del bambú para alimentarse y la pérdida de este no vuelve la situación muy prometedora para ellos". El objetivo final de la mayoría de los programas de cría en cautividad es devolver los animales a la naturaleza.

En 2007, el primer panda gigante nacido en cautividad que se liberó en la naturaleza, Xiang Xiang, murió tras ser golpeado por los machos panda salvajes.