Entre las reacciones por el gesto de Pep Guardiola, que el último sábado besó la medalla de subcampeón de la Champions League tras perder 1 a 0 con el Chelsea, se destacó la del Papa Francisco, quien destacó el gesto del entrenador del Manchester City como una demostración de que "incluso en la derrota puede haber victoria". 

"Me han contado estos días sobre uno que quedó segundo, no sé dónde... Había un ganador y uno que ha llegado segundo. Es normal que cuando uno llega segundo, hace pucheros, está triste y no digo llegar a tirar la medalla, pero hay ganas de hacerlo. En cambio, él ha besado la medalla", señaló el Sumo Pontífice en clara referencia a Guardiola. 

El Papa utilizó el ejemplo de Guardiola al recibir en el Vaticano a la Federación Italiana de Baloncesto, para remarcar los valores que persisten más allá de una derrota.

"Esto nos enseña que incluso en la derrota puede haber victoria. Tomar con madurez la derrota, esto te hace crecer. Te hace entender que en la vida no hay solo momentos dulces. Cuando un deportista afronta la derrota con esta dignidad, es un honor", agregó sobre el gesto que tuvo el técnico del equipo inglés.

El Papa Francisco elogió el gesto de Pep Guardiola.

La imagen de Guardiola besando la medalla recorrió el mundo y generó opiniones encontradas, entre quienes tildaron al español como un demagogo y aquellos que consideraron su actitud como un mensaje positivo.

Por otro lado, el Papa invitó a los jugadores de básquet a perseverar cuestiones como el trabajo en equipo y la disciplina, asegurando que esta no los convierte en "rígidos" sino en "responsables".

También profundizó sobre la relación entre la Iglesia y el mundo del deporte, puntualizando que este vínculo siempre "se cultivó con la conciencia de que ambos, de diferentes maneras, están al servicio del crecimiento integral de la persona y pueden ofrecer una preciosa contribución a nuestra sociedad".

En este sentido, afirmó que el deporte "es una medicina para el individualismo de las sociedades".