Un empresario argentino señalado como el mayor contrabandista de armas de América de Sur fue detenido este viernes en Córdoba, en un operativo de Interpol realizado a instancias de la Justicia federal. Se trata de Diego Hernán Dirisio, quien cayó junto con su pareja, la ex modelo paraguaya Julieta Nardi, por una causa de tráfico de armas y lavado de dinero internacional.

Los detenidos tenían pedido de captura con notificación Índice Rojo, ambas publicadas el 5 de diciembre pasado, a solicitud de la Justicia de Bahía, Brasil, indicó el Ministerio de Seguridad.

A fines de 2023 en Paraguay salió a la luz la Operación Dakovo, nombre por el que se conoció un importante operativo en el que cayeron detenidas doce personas, entre ellas militares paraguayos. Dirisio y Nardi, sin embargo, no fueron encontrados en esa oportunidad, y se cree que fueron alertados a último momento. Desde entonces se mantenían prófugos.

Según un comunicado del gobierno nacional, Dirisio, mentado como el Señor de las armas, y Nardi formaron parte de una maniobra criminal que culminó con la internalización de armas de fuego en territorio brasileño. Ello fue materializado cumpliendo la función de presidente la firma International Auto Supply (IAS), con el sostén de militares y ex militares de la Dirección de Material Bélico (Dimabel), de Paraguay.

El armamento importado por la empresa era adquirido en Croacia, Turquía, República Checa y Eslovenia, y llegaba a Paraguay en forma legal. Producto de maniobras ilícitas, las ingresaban a Brasil, donde tenía como clientes a las principales cabecillas de los grupos de crimen organizado Comando Vermelho (CV) y Primer Comando Capital (PCC).

Los giros de dineros y pagos de fondo eran enviados desde Paraguay a un cambista en Kansas, Estados Unidos, el cual desviaba los mismos hacia Europa con el fin de concretar los pagos por los cargamentos recibidos.

La tramitación de la importación era llevada a cabo por la Dimabel, la cual también se vio afectada a la investigación ya que su máximo responsable habría pasado por alto algunos estándares de control para facilitar tanto la entrada como la salida del país del armamento suministrado por la firma de Dirisio, indicó el Ministerio de Seguridad de la Nación.

Armas incautadas en la operación Dakovo, en diciembre.

Desde 2012, la empresa importó 25 mil armas que supuestamente fueron vendidas en Paraguay, pero fueron desviadas a los temibles PCC y al Comando Vermhelo.

Los lotes de armas los adquiría un tercero, quien era el que tenía contacto con los grupos en Brasil, el cual para justificar las supuestas transacciones hacían pequeñas ventas de dos a tres armas a personas que no tenían capacidad financiera, muchas de ellas, empleados, jornaleros o estudiantes.

Además, para que los pagos no pudieran ser rastreados, la organización criminal hacía uso de doleiros, cambistas informales que operaban interconectados entre Paraguay y los Estados Unidos. Finalmente, antes de ser enviadas a Brasil, en Ciudad del Este se les borraban los números de serie a las armas, con el fin que no sea trazable la ubicación anterior del armamento.

Con estos datos, tras extensas tareas de inteligencia y fruto del fluido intercambio de información con Interpol Brasilia y en colaboración con agentes de la Unidad Operativa Federal (DUOF) de Córdoba, personal de Interpol Buenos Aires identificó a los prófugos en el barrio Cerro de las Rosas.

Allí se dirigieron los efectivos y luego de vigilancias encubiertas, detuvieron a la pareja. En la Argentina, interviene el Juzgado Federal N° 2 de Córdoba a cargo de Alejandro Sánchez Freytes.