La Iglesia de Salta volvió tomar una decisión que generó revuelo y polémica. A través de un comunicado, el Arzobispado oficializó la creación del Ministerio del Exorcista con el objetivo de "liberar a las personas de las manifestaciones del demonio".  

Comunicado oficial del Ministerio del Exorcista.

Según detalla el escrito se dispuso abrir un camino formal y especializado a través del cual los creyentes podrán acceder a un procedimiento para "expulsar los demonios".

"El Demonio, sigue empeñado en alejar a las almas de Dios invitándolas, a través de la tentación, a pecar. Por eso podemos afirmar que ese es el peor de los males, y causa de tantos otros. A esto se lo suele denominar, «acción ordinaria del demonio»", señala el documento oficial firmado por Mario Antonio Cargnello, máximo responsable de la Iglesia local. 

Mario Antonio Cargnello fue acusado por tres monjas en abril de este año de violencia de género ante la Justicia.

Además del anuncio del Ministerio, Cargnello informó quienes serán las autoridades responsables del área. "La Iglesia, mediante el ministerio del exorcista tiene el poder de expulsar los demonios de una persona posesa realizando el rito del exorcismo. Para esta Arquidiócesis he designado a los Presbíteros Loyola Pinto y de Sancristóval y Héctor Fernando Campero como tales". 

Desde la entidad religiosa aseguraron que no darán más detalles de la medida que los que figuran en el comunicado. Sin embargo, fuentes de la Conferencia Episcopal Argentina defendieron y justificaron la iniciativa del Ministerio. 

"Que un obispo designe a un exorcista en su diócesis es una de las prácticas más antiguas que tiene la Iglesia. El obispo puede poner siempre a disposición a un sacerdote para este tipo de funciones. En algunas se conoce el nombre del responsable y en otras no. Es algo bastante habitual en la Iglesia", dijeron a Infobae. 

Las denuncias por violencia de género contra Cargnello

El arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, fue acusado en abril de violencia de género ante la Justicia por tres monjas del convento San Bernardo de las Carmelitas Descalzas de esa provincia.

Según contaron, "vivieron un calvario de agresiones físicas y psíquicas durante los últimos 20 años". Por esto, la Justicia le prohibió al Monseñor acercarse a la residencia de las hermanas.