Anunciaron el hallazgo de los primeros restos fósiles de anfibios en la Antártida que revelaron la existencia de un clima cálido a templado en el continente blanco hace 40 millones de años. El trabajo, que fue realizado por investigadores argentinos y suecos, fue presentando recientemente en una prestigiosa revista científica.

Estas condiciones son comparables con los ambientes húmedos y templados de los bosques cordilleranos de América del Sur, donde actualmente viven estos animales, información coincidente, en el tiempo, con la separación final del supercontinente Gondwana. Los fósiles pertenecen a la familia Calyptocephalellidae (anuros) y fueron descubiertos en sedimentos con un rango de edad entre los 40 y 45 millones de años en la Isla Marambio.

Los trabajos de campo fueron realizados en 2011 y 2013 por paleontólogos del Instituto Antártico Argentino (IAA), dependiente de la Cancillería, y del Swedish Museum of Natural History de Estocolmo en colaboración internacional. La revista científica Nature publicó el hallazgo en su reporte científico, según publicó Crónica.

Sobre el hallazgo

Marcelo Reguero es paleontólogo e investigador científico del Instituto Antártico Argentino, integrante de la coordinación de Ciencias de la Tierra; coordina el área de paleontología de vertebrados del IAA e integró el equipo que realizó este descubrimiento.

Reguero contó: "este hallazgo forma parte de un convenio de cooperación con el Swedish Museum of Natural History de Estocolmo con el que comenzamos las exploraciones en los faldones de la isla Marambio durante la campaña antártica del verano de 2011".

"Las costas de la isla Marambio son ricas en sedimentos en los que se siguen encontrando distintos fósiles que nos permiten reconstruir cómo era la Antártida antes de congelarse; las muestras entre las que se encontraban los restos de este anuro provienen de las recolectadas entre 2011 y 2013", agregó.

"Los faldones de la isla Marambio permiten estudiar una unidad geológica de entre 50 y 35 millones de años que facilita conocer más sobre la evolución de las especies y el ambiente de la Antártida antes del congelamiento", detalló.

"La publicación del hallazgo se hizo recién ahora porque los restos encontrados no eran de un esqueleto completo y hubo que pasar por procesos de arbitraje y revisión que llevan mucho tiempo para comprobar que se trataba de un anfibio de la familia que nosotros afirmábamos", indicó.

Reguero destacó que "el descubrimiento de este anuro permite reconstruir a la Antártida de hace 40 millones de años como un ambiente de bosques y ríos con climas templados o incluso cálidos; además, la presencia de estos anuros asegura la presencia de otras familias de especies que todavía no encontramos en la Antártida, como serpientes y lagartos".