*Por Claudia Guardia

El desarrollo del aprendizaje profundo o Deep Learning en los sistemas de IA generativa plantean importantes interrogantes éticos y sociales. Estos temas incluyen la utilización de datos, el sesgo algorítmico, el reemplazo de trabajadores creativos y la responsabilidad de las máquinas autónomas. En el panorama actual, el análisis se centra en la regulación y el uso responsable de la inteligencia artificial (IA). Si bien la IA posee el potencial de reducir los costos de los productos y servicios culturales y creativos, también afecta la producción, distribución y consumo de contenido en ámbitos como la comunicación, la música, el cine, las artes visuales, la literatura, y otros medios de expresión artística.

Al igual que ocurrió en la segunda mitad del siglo XVIII con las transformaciones económicas, tecnológicas y sociales y con el paso de la mano de obra basada en el trabajo manual a la utilización de las maquinarias, el fantasma de la pérdida de trabajo por el desarrollo de las tecnologías vuelve a asolarnos.

El futuro del empleo, ¿un futuro sin trabajo?

En un mundo cada vez más impulsado por la tecnología, el tema de la automatización y su impacto en el empleo se ha convertido en un punto de discusión crucial. Según un artículo académico publicado en el año 2013 por los profesores de Oxford, Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, el 47% de los empleos en EE. UU., podrían considerarse en la categoría de "riesgo alto" de automatización. No obstante, es importante destacar que la automatización no necesariamente dará como resultado la pérdida masiva de empleos, si bien ciertos puestos pueden ser eliminados, también se crearán nuevas oportunidades laborales en áreas relacionadas con la tecnología, mediante habilidades y capacidades humanas difíciles de replicar, como la creatividad, la empatía y el juicio crítico.

La importancia de proteger la identidad vocal en un mundo impulsado por la IA

Existe una creciente preocupación por el posible impacto de la IA en los trabajos del sector creativo, aunque es difícil predecir con precisión qué sectores podrían verse amenazados, en la actualidad tenemos algunos ejemplos que suscitan inquietudes.

Además, de la capacidad de la Inteligencia Artificial (IA) de generar textos e imágenes, en la actualidad existen tecnologías de IA que pueden imitar las voces humanas de locutores, comunicadores, periodistas, creadores de contenido, y otros profesionales de los medios de comunicación.

La voz humana es una herramienta única y poderosa que nos distingue como seres humanos, es una de las formas de transmisión cultural a través del lenguaje hablado, es parte de nuestra identidad. Los sistemas inteligentes pueden clonar nuestra voz, en muchos casos sin autorización, por esta razón, cientos de locutores, periodistas, comunicadores, podrían ver peligrar su identidad vocal. Es fundamental comprender el progreso de la IA en estos ámbitos y tomar conciencia de las numerosas violaciones de derechos que se están produciendo en relación con la voz humana como patrimonio invaluable. Uno de los derechos más afectados es el derecho moral, además de los daños económicos que ocasiona, ya que la voz es la fuente de sustento de los actores de voz.

La voz como Patrimonio Cultural Inmaterial

¿Qué es el Patrimonio Cultural Inmaterial? De acuerdo con Unesco, la expresión “Patrimonio Cultural” ya no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que, por el contrario, es un concepto más amplio que comprende las expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes. 

Unesco lo define como “este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”. En este contexto, la voz humana es uno de los elementos más distintivos de la humanidad.

En Argentina y en virtud de la ley 26.118 sobre la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que fuera adoptada por la Trigésima Segunda Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, es posible declarar a la voz humana Patrimonio Inmaterial, lo cual significaría un paso importante para contar con una herramienta eficaz en la protección de los derechos de locutores, periodistas, comunicadores y en general, los actores de voz, frente a los avances de la IA.

De acuerdo con la Organización de Voces Unidas (OVU), organismo con representación de América Latina; Canadá; EE. UU.; Oceanía; Asia y Unión Europea, es importante “proteger los derechos fundamentales de los Actores de Voz en la industria del entretenimiento, la publicidad y la educación, frente a la entrada inminente de las voces producidas por Inteligencia Artificial”. Asimismo, expresa OVU, que los actores de voz “Queremos tener la posibilidad de decidir cómo queremos ser parte de esta nueva etapa”.

“Por un presente en el que la Inteligencia Artificial sea implementada éticamente y los que ponemos la voz, tengamos voz”.

*Abogada, MBA en Gestión de Empresas de Industrias Creativas y Cultura, Especialista en Derecho de Autor, Fintech y Blockchain. Experta en Economía Creativa, en Tasación de Obras de Arte y Pinturas, Gestora Cultural. Maestrando Propiedad Intelectual y Tecnologías. Becaria del Fondo Nacional de las Artes y de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Cofundadora de CGChain. Secretaria del Instituto de Derecho de la Propiedad Intelectual (Marcas Patentes y Derecho de Autor) Colegio de Abogados de Rosario. Directora del Instituto de Políticas Socioculturales de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) partner en Argentina de la Fundación Konrad Adenauer de Alemania (KAS)