Una niña comía con su madre en una pizzería de Roodepoort, Sudáfrica, cuando fue sorprendida por un hombre que quiso secuestrarla. Entre la resistencia de su progenitora y la intervención de comensales y el dueño del bar, pudieron evitar el ataque.

El momento fue dramático y quedó registrado en las cámaras de seguridad del local. La niña llegó a ser sostenida por el cuello, aunque contó la rápida acción de su madre y el intenso movimiento del propietario quien se abalanzó contra el secuestrador.

Ni bien la pequeña pudo salir de los brazos del atacante, la lucha pasó a ser del dueño del negocio que sometió a su fuerza al secuestrador y lo redujo. Luego aparecieron los efectivos de seguridad quienes instantáneamente detuvieron al atacante de 24 años.

El detenido no tenía ningún tipo de relación con la familia. Los policías advirtieron un comportamiento extraño dado que llegó al lugar exaltado, golpeando autos en la vía pública y visiblemente afectado por una crisis nerviosa.

Pasadas las horas, el héroe dejó de ser anónimo. El dueño del bar se llama Dishal Sooku y practica artes marciales, razón por la cual cumplió exitosamente con el rescate.