*Por Claudia Guardi. 

La Inteligencia artificial, en los últimos años ha ganado terreno avanzando en la mayoría de los campos de estudio, tanto de la ciencia, como en el de las artes, es entonces en este contexto de constante evolución donde surgen cuestionamientos inevitables, como, por ejemplo ¿hasta dónde la Inteligencia artificial podrá imitar o reemplazar la creatividad humana?

En el plano de las creaciones artísticas la inteligencia artificial o IA, ha avanzado notablemente, ejemplos como The Next Rembrandt lo demuestran, en este proyecto mediante algoritmos y análisis de datos, la IA aprende a pintar y crea una obra como el pintor Rembrandt. Pero para poder comprender la verdadera naturaleza de la relación entre la IA y la creatividad humana, es necesario hablar de Big data y predicciones de algoritmos que aprenden de esos datos. Desde la noción de machine learning o aprendizaje de máquinas hasta el deep learning o aprendizaje profundo, surge un debate que nos interpela en relación con nuestro propio sentido de identidad humana, en este contexto de evolución la IA ha logrado imitar al humano mediante lo que se conoce como redes neuronales. Antes de avanzar con este breve análisis de la IA, es importante hacer referencia al término Inteligencia Artificial, ya que este no es algo nuevo, sino que data del año 1956, a partir de los trabajos del profesor J. McCarthy, no obstante, fue Alan Turing en el año 1950 mediante la premisa “Una computadora puede ser llamada "inteligente" si logra engañar a una persona haciéndole creer que es un humano”, quien definió el primer método teórico de IA, mediante el “test de Turing”. 

En la actualidad podemos encontrar a la IA en áreas como el la pintura y el arte en general, disciplina reservada desde la historia a la sensibilidad humana, en tanto la autoría, la creatividad y la originalidad son los puntos en debate desde la perspectiva de la Propiedad Intelectual y el Derecho de Autor, a la hora de hablar de creaciones realizadas por la Inteligencia Artificial sin participación humana. 

Vinculación entre la Ciencia, la Inteligencia Artificial, y el Arte 

Uno de los temores que acechan al humano es que la IA al crear adquiera conciencia, entendida como la capacidad de sentir dolor, alegría, amor o ira, deje de ser obediente y desconozca el hábitat de los humanos, sin embargo, resulta inspirador para muchos artistas poder profundizar en la naturaleza de la IA para resolver algunos de los males causados por los propios humanos. 

Bajo la pregunta “si estamos dispuestos a delegar en una Inteligencia Artificial nuestro futuro” el artista y científico Joaquín Fargas nos insta mediante su obra a reflexionar sobre “nuestra idoneidad para decidir por el bienestar de la humanidad”, así su obra Robotika, The Nannybot es un robot con inteligencia artificial que tiene por función la preservación de la raza human.

Metahumanos 

En tanto la IA procura parecerse cada vez más a los humanos, hoy podemos ir más allá de lo imaginado e interactuar con seres humanos digitales, llamados “Metahumanos”, versiones digitales híper realistas, que, mediante el escaneo del cuerpo y del rostro, se presentan en el entorno virtual tal cual somos y nos vemos. Estos Metahumanos pueden ser diseñados de cero, o ser creados a partir de las imágenes de una persona con vida o ya fallecida. Entre alguno de los ejemplos que podemos citar, Soul Machines, desarrolla humanos virtuales, impulsados por una IA, que imita los comportamientos y las emociones humanas, la empresa asegura que ha desarrollado un cerebro digital, que es el resultado de las investigaciones realizadas en modelos cerebrales, con el objetivo de lograr que las personas digitales sean cada día más humanas. Por otro lado, Unreal Engine es una aplicación en la nube diseñada para crear humanos digitales en cuestión de minutos, el ADN de los Metahumanos contiene todos los parámetros que forman la estructura de cada humano digital individual. 

La creación de Metahumanos puede, desde el aspecto filosófico, intentar “revivir” o “devolver la vida”, en este caso virtual, a algunas personas. Con este espíritu el Museo Dalí de San Petersburgo, Florida, en Estados Unidos, en colaboración con la agencia Goodby Silverstein & Partners (GS&P), recrea mediante Inteligencia Artificial, a Salvador Dalí en Metahumano, que nos dice “No creo en mi muerte. ¿Y, tú?”.

Sin embargo, la interacción con los metahumanos no es algo nuevo, en el año 2021 Nvidia lanzó una conferencia presentada por Jensen Huang, el CEO de la compañía, en tanto Nvidia hizo público que el Jensen Huang visto en esa presentación no era un humano, sino una simulación virtual. 

Otro ejemplo interesante de interacción entre IA y humanos es Replika, una aplicación que combina un chatbot con un sofisticado modelo de aprendizaje automático de redes neuronales de contenido, para dialogar e interactuar con un humano. El Chatbot ha sido entrenado en un gran conjunto de datos para generar retroalimentación positiva a quienes lo usan, mediante respuestas únicas. 

El desarrollo de la Inteligencia Artificial trae importantes herramientas para la evolución humana pero también conlleva un debate ético, entonces, ¿debemos temerles a los algoritmos?. Como expresa Yuval Noah Harari “la IA no solo está a punto de suplantar a los humanos y de superarlos en lo que hasta ahora eran habilidades únicamente humanas. También posee capacidades no humanas”. 

*Abogada, Magister en Gestión de Empresas de Industrias Creativas y Cultura, Especialista en Derecho de Autor, Fintech y Blockchain. Experta en Economía Creativa, en Tasación de Obras de Arte y Pinturas, Gestora Cultural. Becaria del Fondo Nacional de las Artes y de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Cofundadora de CGChain. Secretaria del Instituto de Derecho de la Propiedad Intelectual (Marcas Patentes y Derecho de Autor) Colegio de Abogados de Rosario. Directora del Instituto de Políticas Socioculturales de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) partner en Argentina de la Fundación Konrad Adenauer de Alemania (KAS).