El conflicto en Medio Oriente escaló en las últimas horas luego de que Israel respondiera el ataque recibido el fin de semana, con misiles que impactaron en inmediaciones de una zona militar iraní. De acuerdo a la agencia EFE, la agresión fue en inmediaciones del aeropuerto de la ciudad de Isfahán, donde el Estado iraní tiene montado una base militar.

Según el diario Jerusalem Post, el ataque debe ser interpretado “como una advertencia a Teherán sobre las capacidades ofensivas israelíes y como una señal de que Israel no busca una guerra regional”.

“El mensaje (del ataque) era inequívoco: «Esta vez decidimos no atacar sus instalaciones nucleares, pero podría haber sido peor»", aseguraron las fuentes consultadas por el medio israelí.

En tanto que desde Irán anticiparon que los misiles no generaron víctimas ni daños materiales por lo que no va a responder este ataque. “Gracias a nuestra vigilancia, se disparó a objetos voladores”, dijo el comandante en jefe del ejército de Irán, el general de división Abdul Rahim Musavi.

Desde Ginebra, la oficina de la ONU para los Derechos Humanos pidió este viernes a Israel e Irán esfuerzos para reducir las tensiones en un momento "extremadamente precario" en Oriente Medio, después de presuntos ataques israelíes en suelo iraní.

"Es difícil obtener aún información exacta, pero urgimos a las partes a que den pasos hacia una desescalada de la situación", señaló en rueda de prensa el portavoz de la oficina Jeremy Laurence.

La fuente oficial también pidió a otros Estados con influencia en los beligerantes "hacer todo lo posible para garantizar que no haya deterioro en una situación que ya es extremadamente precaria". Y, en esta línea, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, pidió "a todas las partes" que frenen la escalada de violencia en Oriente Medio.

"Tenemos que hacer todo lo posible para que todas las partes frenen la escalada en esa región", afirmó Von der Leyen durante su visita a la ciudad finlandesa de Lappeenranta para inspeccionar la frontera entre Finlandia y Rusia. 

China se unió a esta idea al declarar su oposición a "cualquier acción que provoque una escalada" de la crisis en Oriente Medio, según el portavoz de Exteriores Lin Jian, quien agregó que su país "seguirá desempeñando un papel constructivo" para rebajar la tensión.