"Hasta que la última jaula quede vacía", es el lema de los activistas que buscan ponerle fin a los lugares de encierro. Y una vez más, lo lograron. El zoológico de Colón, cerrado desde 2013 por malos tratos y condiciones, finalmente se quedó sin animales: trasladaron a los pumas, sus últimos ocupantes. 

El espacio fue creado en 1950 y pasaron por allí más de 250 animales, entre ellos Munay, Huayra y Yachay, tres pumas que sobrevivieron en el lugar durante mucho tiempo. Sin Munay, que falleció horas después de aprobarse el traslado definitivo, los felinos, de 15 años cada uno, viven desde este lunes en Tekove Mymba, el primer santuario animal de la República Argentina y el único santuario multiespecie de Latinoamérica, que queda en la provincia de Entre Ríos.

De esta manera, el exzoológico de Colón se convirtió en el primero con la totalidad de sus jaulas vacías. "En el Santuario los esperan un recinto de tres hectáreas, rodeado de un ambiente natural controlado por el humano", escribieron en la cuenta de Fundación Planeta Vivo. 

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Y mencionaron que tras el cierre de 2013, "se fueron trasladando animales, pero lamentablemente a los pumas les tardó 11 años lograr tener la vida digna que merecen. Una nueva gestión política y la suma de voluntades tuvo como desenlace poder al fin lograrlo , una vida esperando en una pequeña jaula". 

Además, la organización explicó que para que todo salga bien "se han fabricado cajas especiales, equipadas con cámaras de vigilancia para monitorear en vivo todo el trayecto y evitar retrasos". 

"Este traslado marca el cierre definitivo de un lugar de exhibición y entretenimiento a costa de animales inocentes, siendo ellos los últimos en dejar ese lugar a que toda una ciudad le dijo nunca más a los zoológicos", cerraron.