El municipio “jubiló” este miércoles al último trolebús brasileño de la línea K que circulaba por Rosario dese 1994, cuando fueron adquiridos esos coches eléctricos. Si bien el servicio seguirá funcionando en el mismo recorrido, que une la zona oeste con la Siberia, lo hará con unidades reconvertidas a partir de chasis en desuso, gracias a la articulación del Estado con la UNR y privados.
El último viaje del trole por las calles rosarinas fue a pura emoción y a más de uno en sus casas se le habrá caído un lagrimón al recordar las veces que se tomó la K para ir y venir desde el oeste, o ir a cursar y rendir en la Ciudad Universitaria de la UNR, donde están muchas Facultades.
Rumbo a la Siberia, el móvil de Cada Día (El Tres) fue parte de los últimos kilómetros del viejo coche, todavía pintado con los colores gris y naranja. De chasis Volvo y carrocería Marcopolo Torino, funcionan con un equipo eléctrico Powertronics.
��✨ Último viaje de una unidad histórica de la Línea K
— elTresTV (@elTresTV) November 5, 2025
Desde 1994 recorriendo las calles de Rosario, hoy se despide el último trolebús brasileño en circulación.
Un recorrido cargado de nostalgia y recuerdos, con destino final a La Siberia. pic.twitter.com/CkwOCDZdEV
Al volante estaba Alejandro, un chofer con 27 años de servicio en la línea K, prácticamente todo el tiempo que circuló con las unidades eléctricas de origen brasileño. “Una vida, un montón de recuerdos, son coches muy lindos. Estamos muy cómodos, pero nada dura 30 años. Es momento de que llegue lo nuevo, cumplió su ciclo”, dijo.
Para dimensionar la cantidad de años que estos coches anduvieron por la ciudad, reflexionó: “Llevé mucha gente a la que hoy llevo a sus hijos y nietos, siempre con el mismo recorrido. Son generaciones completas”.
Desde Mendoza y Wilde, la punta de línea en el oeste, la K pasa por barrios tradicionales como Belgrano, Azcuénaga y Echesortu, para luego adentrarse en Lourdes y el microcentro, antes de llegar a República de La Sexta y la Siberia.
En el coche también estaba el intendente Pablo Javkin, quien recordó que fueron comprados por la Municipalidad bajo la gestión de Héctor Cavallero. “Son coches que han rendido mucho, más de lo que se calculaba cuando se compraron”, expresó.
“Da nostalgia, pero era lógico que esto pase”, abundó el jefe del Palacio de los Leones al destacar que la línea sigue funcionando gracias a la reconversión de otras unidades más modernas.
El viejo trolebús ya no andará por Rosario, pero quedará exhibido en el museo de la empresa para que cualquiera pueda visitarlo.
Una línea histórica
Si bien los coches brasileños entraron en circulación a mediados de los 90, la línea K estaba en Rosario desde mucho antes. El viaje inaugural de los trolebuses fue el 3 de diciembre de 1961, en ese momento desde Avellaneda y Mendoza con un coche Fiat Alfa Romeo CGE, modelo 1960.
La primera salida del servicio fue por Avellaneda, entre Mendoza y 3 de Febrero frente al bar La Capilla. Esta quinta línea del sistema eléctrico unía las intersecciones de Necochea y Avenida Pellegrini con Nicaragua y Mendoza.
El servicio fue cubierto por unidades marca Fiat Alfa Romeo CGE, de procedencia italiana, que recorrieron los viejos empedrados de las calles Mendoza y San Juan, hasta llegar a la yerbatera Martin y la Facultad de Ingeniería.
En 1985, la Asociación Rosarina Amigos del Riel rescató uno de esos antiguos coches y fue reconstruido integralmente por el personal de la Unidad de Gestión Eléctrica de la Línea K de trolebuses.
Sesenta años después, el servicio de la Línea K utiliza el corredor Mendoza / San Juan llegando a la Ciudad Universitaria, con una longitud total de recorrido de 25,13 kilómetros, conectando los distritos noroeste, centro y sur de la ciudad.
En lo que respeta a los barrios, brinda vinculación a Fisherton, Belgrano, Azcuénaga, Remedios Escalada, Nuestra Señora de Lourdes Lourdes, Centro y República de la Sexta.



