El cementerio La Piedad, el más grande de Rosario, tiene uno de sus sectores en un estado de abandono que sorprende: a simple vista se encuentran desde nichos rotos con cajones abiertos hasta plantas y árboles que crecen desde tumbas semiderruidas.

Un equipo periodística de De 12 a 14 (El Tres) recorrió el ala norte y noreste del camposanto de Provincias Unidas al 2700, con más de un siglo de historia y años de desinversión.

Tal cual describió Juan Pedro Aleart desde el lugar, los panteones de La Piedad parecen ruinas de una película de ficción. Plantas y árboles conviven con los restos de personas en los nichos. Las estructuras están rotas e incluso se ven ataúdes abiertos o con las tapas dañadas. 

El estado de abandono comprende a tumbas de personas fallecidas en 2008, 1980 e incluso de los años 50 y 40, según las placas que quedan a la vista.

La Piedad se inauguró en 1886 como enterratorio municipal y desde 1907 se lo conoce con el nombre actual, señala la información oficial de la página municipal. La necrópolis ocupa una extensión de 24 hectáreas y cuenta con unas 40 mil sepulturas.

La zona derruida visitada por El Tres, que está delimitada con una cinta de peligro por su estado precario, impresiona. Quizás sea porque, como dijo el director de cine Uberto Pasolini, “los muertos no pueden hablar de sus derechos; la forma en que la sociedad trata a sus muertos es reflejo de cómo va a tratar a los vivos”.