Nicolás Romano es un rosarino de 24 años que, a fines del 2019, dio un paso muy importante en su vida: ingresó en un quirófano para hacerse una mastectomía, intervención para sacarse las mamas. Ese momento fue tan solo uno de los muchos que marcaron su camino de transición, en el cual Nicole pasó a verse y llamarse como un chico.

Ya a sus 8 años, según reveló a Rosario3Nico jugaba a “convertirse en nene”, comportándose como uno hasta que llegaba el momento de volver a ser una nena para no levantar sospechas. También recuerda que en los videojuegos “siempre elegía el avatar del varón”, como un detalle que ya daba cuenta de su verdadera identidad. 

Pero la decisión de ocultar lo que sentía no fue algo voluntario, ya que al comenzar a exteriorizarlo se topó con reproches y maltratos de su familia. Nico recuerda que, cuando le contó a sus padres que le gustaban las mujeres, su vida “se convirtió en una catástrofe porque no reaccionaron de la mejor manera”.

Si Nicole no se veía femenina, llamaba la atención y había problemas. Cuando se ponía zapatillas y ropa deportiva, en su casa le decían que se vistiera “como mujer” para salir a la calle. Incluso llegó a estar de novia con chicos sólo para aparentar, para no salirse de la norma.

“Me mandaron al psicólogo, recibí golpes y me echaron de mi casa”, cuenta al respecto, detallando que al que más le costó aceptar la situación fue a su papá. “Fui su primera hija y era como su «princesa», por así decirlo. Cuando le conté lo del cambio de género le rompí todo su esquema”. 

Sus problemas de salud y un punto "de quiebre"

 

A sus 18 años, tras enamorarse de una amiga, Nico recibió duros reproches por parte de su familia, y esa experiencia le trajo problemas de salud. Primero fue una especie de anorexia nerviosa que la hizo bajar mucho de peso, y también hubo otras complicaciones.

A los 21 años, los médicos le detectaron una arritmia y tuvieron que operarlo de urgencia del corazón. Sobre ese momento, cuenta que se produjo “un quiebre” en su vida. “Entendí que no podía seguir esperando para hacer el cambio”, asegura.

Y allí comenzó lo que sería un largo proceso de hormonización. Sobre esto, Nicolás detalla que hay tres formas para hacerlo, y la que él eligió consiste en una serie de inyectables que se aplican cada 15 días.

“Fue un proceso bastante difícil porque me generaba cambios de humor”, detalló, agregando que si bien tuvo que afrontar muchas variaciones de carácter, con el tiempo se fue adaptando.  

Por su parte, su familia también comenzó a ver la situación con otros ojos y hoy en día la relación con ellos es totalmente diferente. Con el tiempo, entendieron que lo de Nico no era un problema, sino parte de su identidad. 

“Cuando conté que quería hacer la cirugía para cambiar de género, su reacción fue totalmente distinta porque creo que entendieron sus errores del pasado. Lo tomaron super bien y me apoyaron”, dijo sobre el momento en el que comenzó su proceso de cambio.

Hace poco más de un año, el joven compartió feliz un paso importante de ese proceso. “Un sueño más cumplido”, escribió en un posteo en sus redes en el que se lo puede ver recién salido de la masectomía con la que le redujeron su pecho. 

Hoy, su historia puede servir de ejemplo para muchas otras personas que, bajo la misma situación, no saben cómo salir adelante. “Recibí muchos mensajes de personas que no se animaban”, aseguró sobre los muchos posteos con los cuales compartió la transición en las redes. 

Y agregó que, al haber estado en ese lugar, el mismo en el que están otros chicos, quizás compartiendo lo que vivió pueda ayudar a esas personas que todavía no se animan a contar lo que sienten.