El diputado nacional Gerardo Milman rechazó la acusación en su contra formulada este jueves por Cristina Kirchner en el marco de la investigación del intento de asesinato que sufrió la vicepresidenta. “Está viendo una película de ficción”, contestó el legislador de Juntos por el Cambio en una entrevista radial.
“La verdad es que yo fui viceministro de seguridad de Patricia Bullrich y en su momento vivimos el caso Maldonado y vimos durante meses que se juntaron en plazas multitudinarias porque un testigo decía que había visto con binoculares cómo lo habían desaparecido gendarmes. Ese falso testimonio hizo que muchos argentinos creyeran que había desaparecidos, con la connotación que eso tiene para la Argentina”, argumentó Milman, y sugirió así que no es la primera vez que el kirchnerismo acusa en base a “falsos testimonios”.
“En este caso –puntualizó– el falso testigo es un ex legislador de Santa Fe, asesor de un diputado de La Cámpora (en referencia al rosarino Marcos Cleri), que estaba sentado con otra persona, aparentemente un familiar de él, que dice que no escuchó nada sobre lo que yo supuestamente dije”.
El testigo al que alude Milman es Jorge Abello, asesor de Cleri. Según surge del expediente, el 23 de septiembre se presentó ante la jueza María Eugenia Capucheti y contó que dos días antes del atentado contra Cristina Kirchner escuchó al legislador en un bar pronunciar la frase “Cuando la maten, yo estoy camino a la Costa”. La vicepresidenta tomó los dichos de Abello junto a otros indicios y denunció este jueves a través de un video difundido en redes sociales que la Justicia desestimó las pruebas e intenta “paralizar y boicotear” la causa.
“Yo nunca dije esa frase”, se defendió Milman. Y explicó: “Sí es verdad que fui a Pinamar y volví a Buenos Aires el 1° de septiembre al mediodía. El atentado se produjo en horas de la noche, es decir, cuando se realizó el desgraciado atentado yo estaba en Buenos Aires”.
“Intentan vincular a este grupo (por la banda de los Copitos) políticamente porque no se bancan que estos jóvenes lúmpenes que creen que pueden ascender socialmente a través del delito sean parte de un complot para atentar contra la vida de la vicepresidenta”, aseguró Milman.
“Se armó un clima donde la Justicia, ciertos periodistas y ciertos dirigentes políticos éramos supuestamente responsables del odio y yo me preocupé porque ese clima podía llevar a cualquier loquito a hacer lo que finalmente hicieron”, repasó.