Infraestructura de primer nivel, tecnología de última generación y un ambiente confortable y acogedor marcan la diferencia en la nueva sede de Laboratorios Turner que acaba de abrir sus puertas en San Martín y Garay, en la zona sur de Rosario y en un espacio estratégico por su proximidad con otras instituciones y servicios de salud. Es la primera que se inaugura pospandemia, por lo que su planificación fue totalmente distinta a las anteriores, poniendo el foco especialmente en la experiencia del paciente, su seguridad y comodidad.

“Mucha gente estaba esperando tener un servicio diferencial como el que brindamos nosotros, cerca de casa”, afirma Santiago Turner, gerente administrativo de la empresa, sobre esta gran apuesta.

Esta reciente inauguración forma parte de un proceso de expansión que tiene como principal objetivo acercar a la gente un servicio de calidad, y cuya próxima parada es Fisherton, donde se pondrá en funcionamiento la séptima sede en los próximos meses. “Es un mercado que siempre estuvo con Laboratorios Turner y no podíamos seguir sin estar ahí”, asegura Santiago, y anticipa: “Va a ser una experiencia distinta a nada que exista hoy en el rubro en Rosario”.

Como laboratorio modelo, Turner, además, profundiza sus trabajos en desarrollo e investigación, invirtiendo en una nueva planta de producción para optimizar el procesamiento de las muestras. Con tecnología única en el país, afianzan el proceso de automatización que permite reducir sensiblemente el contacto entre las personas y las muestras obtenidas, ser más eficientes en los tiempos de envío de resultados y disminuir los riesgos de errores humanos, posicionándose en el mercado de la biología molecular en el que se fortalecieron particularmente en el contexto de la pandemia.

Al mismo tiempo, avanza un proceso de capacitación y mejora continua para el personal –que, a raíz de la alta demanda que generó el test covid, creció un 45 por ciento durante los últimos dos años–, profesionalizando nuevos desafíos como la logística del servicio a domicilio.

Como en casa

 

Puede parecer un eslogan, pero es una premisa de trabajo que a medida que la empresa crece y se expande se reivindica con más fuerza. Un concepto marcado desde la misma génesis que se procura transmitir a toda la cultura organizacional.

Diego Turner y Elda Arimany se conocieron haciendo la carrera de Bioquímica y, además de compartir un proyecto de vida, juntos hicieron historia en la profesión.

A comienzos de los ’60, él cursaba un doctorado en Endocrinología, una especialidad que marcó desde siempre la diferencia en esta empresa familiar. Ella, por su parte, comenzó a tomar muestras de sangre en su casa que luego llevaba para que fueran procesadas en un laboratorio para el que trabajaba. “Había un mueblecito donde ella tenía todas sus instrumentos, se bajaba una tapa y los pacientes apoyaban ahí el brazo”, cuenta Santiago, su nieto.

La idea creció y tomó forma, hasta que varios años después se mudaron a un emblemático edificio de patrimonio histórico en Balcarce al 600, donde actualmente funciona la casa central. Así se sentaron las bases para el crecimiento continuo, hasta convertirse en un laboratorio de referencia donde procesan no sólo su propio volumen de pacientes, sino también la demanda de otras instituciones colegas para las que prestan servicios.

Laboratorios Turner fue uno de los primeros en Argentina y Sudamérica en incorporar la automatización, consolidando una estructura innovadora y ambiciosa que empujaría la apertura de las primeras sedes, allá por 2015, y un proceso de expansión vertiginoso que instaló seis sucursales equipadas con la mejor tecnología en apenas siete años.

"De la misma forma en que mi abuela empezó atendiendo a la gente en su casa, nosotros sentimos la responsabilidad de que nuestros pacientes se sientan cómodos, contenidos; tratamos de dar lo mejor de nosotros para que se sientan bien. Si no es así, fallamos", sintetiza Santiago.