La cumbre realizada este jueves en Rosario para abordar el problema de la quema de pastizales en las islas, con el daño ambiental y el humo que eso genera, no contó con la presencia de autoridades de Entre Ríos, protagonista central del conflicto porque es en ese distrito donde los ilícitos se concretan (hace años, por otro lado).

El secretario de Protección Civil de la provincia de Santa Fe, Gabriel Gasparutti, aseguró que el balance del encuentro fue "positivo" y destacó el trabajo "operativo" y "coordinado" del último mes para controlar y sancionar a los responsables de los incendios en los humedales.

Sin embargo, Gasparutti reconoció que invitaron a las autoridades de Medio ambiente y de Protección Civil de Entre Ríos pero en la previa le dijeron que "tenían distintos eventos y no podían confirmar si iban poder concurrir" y finalmente no lo hicieron.

"La comunicación y coordinación es permanente", afirmó –pese al faltazo de este jueves– el funcionario santafesino. 

A su vez, la subsecretaria de Gestión del Riesgo y Protección Civil de la Nación, Patricia Baéz Rocha, lamentó: "Me hubiese gustado que estén presentes".

Más allá de eso, la delegada de Nación para el tema dijo que "se acordó con el gobierno de Entre Ríos exigirle al concesionario vial (del puente Rosario-Victoria) que cumpla con el contrato y la presencia de grúas y patrulleros sobre la traza".

Gasparutti añadió: "Estamos trabajando operativamente desde hace 40 días en toda la región afectada por el humo emanado de las islas frente a la región y hemos convocado a todo el cordón, desde Capitán Bermúdez hasta Villa Constitución".

El titular de Protección Civil provincial aseguró que en estos días hubo "fuerte sanciones" para los responsables del fuego y enumeró acciones como "el secuestro de vehículos" y no pudo precisar si hubo detenidos en Entre Ríos. Además, la firma concesionaria de la ruta delimitó lugares para que no se pueda acceder.

Lo cierto es que los incendios cesaron después de las lluvias intensas de este miércoles en la región, según se puede ver en la imagen satelital que difundió la ONG El Paraná no se toca.