Las pérdidas económicas generadas por fenómenos meteorológicos extremos registrados entre 1970 y 2021 "se dispararon" por 4,3 billones de dólares, informó este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de Naciones Unidas.

También detallaron que, en el mismo período, los desastres climáticos generaron más de 2 millones de muertes y que los sistemas de alerta temprana redujeron "drásticamente" las víctimas mortales durante los últimos 5 años.

"Las pérdidas económicas se han disparado. Pero las alertas tempranas mejoradas y la gestión coordinada de desastres han reducido drásticamente el número de víctimas humanas en el último medio siglo", se indicó a través de un comunicado de prensa lanzado en la apertura del XIX Congreso Meteorológico Mundial (Cg-19) que comenzó este lunes.

"Más del 90% de las muertes notificadas en todo el mundo ocurrieron en países en desarrollo", remarcaron.

Entre 1970 y 2021 se registraron 11.778 desastres causados por fenómenos meteorológicos, climáticos o hidrológicos extremos que provocaron "poco más de 2 millones de muertes y pérdidas económicas por valor de 4,3 billones de dólares", según las últimas cifras difundidas por la OMM.

Aunque el 39% de las pérdidas económicas registradas en todo el mundo en los últimos 51 años tuvieron lugar en Estados Unidos, los países menos desarrollados y los pequeños estados insulares sufrieron un costo desproporcionadamente alto en relación con el tamaño de sus economías.

Las 22.608 muertes registradas para 2020 y 2021 indican una nueva disminución de la mortalidad en relación con el promedio anual de la década anterior. Las pérdidas económicas, por el contrario, aumentaron fundamentalmente en los casos de tormentas.

En los países menos adelantados, el 7% de los desastres por los que se informaron pérdidas económicas tuvieron un impacto equivalente a más del 5% de sus respectivos PIB (producto interno bruto ), y varios desastres causaron pérdidas económicas de hasta casi el 30%. Para los países con economías desarrolladas, las pérdidas fueron equivalentes a menos del 0,1% del PIB, y no superaron el 3,5%.