Los obispos de la provincia de Santa Fe emitieron a través de un comunicado su “desconcierto y convencida disconformidad ante las nuevas medidas restrictivas, dispuestas por el gobierno provincial, mediante las cuales se prohíbe toda actividad religiosa en lugares cerrados”.

“Comprendemos la necesidad de adoptar medidas sanitarias para luchar contra la pandemia, cuidando así la salud de nuestro pueblo. Sin embargo, las mismas deben ser aplicadas con el máximo respeto a los derechos y garantías consagrados por nuestra Constitución Nacional. Esto, necesariamente, implica el diálogo y el trabajo conjunto de todos los actores de la sociedad comprometidos en cada ambiente, para estudiar y encontrar las mejores alternativas que ayuden a salvaguardar la vida humana en su integralidad”, señala el texto.

La nota firmada por “los obispos de la provincia de Santa Fe” entre ellos el arzobispo de Rosario Eduardo Martín, afirma que “la religiosidad es el alma de los pueblos latinoamericanos, por eso la dimensión religiosa de la persona humana es un aspecto esencial del bienestar integral de la población y el fortalecimiento espiritual de las personas”.

“En todo este tiempo, nuestras comunidades cristianas han aprendido a cuidarse cumpliendo con todos los protocolos sanitarios, siendo muy respetuosas de los mismos. Por ejemplo: la reducción de la capacidad de asistentes a nuestros templos, el distanciamiento y la ventilación en edificios que por su arquitectura son amplios y espaciosos, hemos sumado otras medidas como quitar el saludo de la paz en la Misa, el agua bendita en los ingresos al templo, solo por citar algunas”, sigue el reclamo.

“Estas nuevas restricciones –continúa– parecen desconocer este valioso esfuerzo de nuestro pueblo, imponiendo condiciones que dificultan aún más la participación de los fieles en todas las actividades religiosas. Sumar restricciones, no es la solución que nuestro pueblo espera y necesita para crecer en la responsabilidad personal y social".