Este próximo 4 de junio la Luna entrará en su fase llena, también llamada como "Luna de fresa". La denominación tiene sus raíces en una antigua tradición estadounidense. Podrá verse a simple vista pero no se verá rosada.

La sexta Luna llena anual es la denominada Luna de fresa, nombre tradicional en referencia y vínculo directo con el fin de la etapa del cultivo de la frutilla en algunas regiones de América del Norte. Por esta razón, la luna llena que se produce en junio se asocia con la madurez y abundancia de estos frutos, a pesar de que su color no varía durante esta fase.

La luna de fresa no difiere físicamente de otras Lunas llenas, su nombre y el contexto cultural que la rodea la hacen especial y memorable. Para muchos, es un recordatorio de la estrecha relación entre los ciclos celestiales y las estaciones de la Tierra, así como de la conexión con la naturaleza y su ritmo cambiante.

¿Cómo observar la luna de fresa?

La luna de fresa de 2023 alcanzará su plenitud el domingo 4 de junio, según anticipó el portal El Economista. Para disfrutar plenamente de este fenómeno no se requiere ningún equipo especializado, ya que se podrá apreciar a simple vista desde cualquier lugar con un cielo despejado.

La Nasa explicó que una "superluna" se produce cuando la órbita lunar se encuentra en su posición más cercana a nuestro planeta mientras se muestra en su fase de Luna llena.

El término "superluna" se enfoca en la alineación geométrica entre el Sol, la Tierra y la Luna, permitiendo que el perigeo ocurra en un periodo de tiempo más amplio, aproximadamente dos semanas, que el momento exacto de máxima cercanía a la Tierra.