Un equipo de investigadores del proyecto ScanPyramids detectó dos anomalías estructurales en la cara oriental de la pirámide de Micerino, la más pequeña de las tres grandes pirámides de Giza, que podrían indicar la presencia de una entrada secreta.
La pirámide de Micerino, construida hace más de 4.500 años, es la menos estudiada de las tres grandes pirámides, y su interior es accesible al público desde hace décadas. Sin embargo, gracias a tecnologías de escaneo avanzadas, los investigadores descubrieron dos cavidades llenas de aire detrás de una superficie de granito pulida en la cara oriental de la pirámide, según publicó la página del National Geographic.
Las anomalías, denominadas A1 y A2, miden aproximadamente 1,5 metros de ancho por 1 metro de alto y 0,9 por 0,7 metros, respectivamente, y se cree que son espacios vacíos intencionados.
The Great Pyramid of Menkaure seen from a city street in Cairo.
— Symmachus ���� (@Symmach_) July 17, 2022
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El hallazgo fue posible gracias al uso combinado de tomografía de resistividad eléctrica, radar de penetración terrestre y pruebas ultrasónicas, que permiten "ver" a través de las piedras sin necesidad de dañarlas. Los investigadores creen que las anomalías podrían indicar la presencia de una entrada secreta a la pirámide, diseñada con fines simbólicos o rituales.
"La hipótesis de otra entrada es muy plausible, y nuestros resultados nos acercan considerablemente a su confirmación", afirmó Christian Grosse, profesor de ensayos no destructivos en la Universidad Técnica de Múnich. Si se confirma, sería un descubrimiento históricamente trascendental que podría señalar la existencia de cámaras o corredores inéditos en el corazón de la pirámide.



