La isla de San Mateo es una de las zonas de más difícil acceso de Alaska, Estados Unidos. La única manera de acceder es por barco en un viaje que dura 24 horas y al llegar, no hay más que un espacio montañoso que casi no tiene árboles y tiene una gran cantidad de acantilados.

Apenas al sur de la isla de San Mateo, se encuentra otra isla aún más pequeña llamada Hall. En ella se encuentra el único rastro de vida humana de toda la zona y es un castillo de hace 400 años que se construyó sobre una enorme excavación, cosa que permitió que esas personas sobrevivan al difícil clima de la isla.

Isla San Mateo

Las tormentas afectan con gran fuerza a las islas y eso, junto con las condiciones climáticas y geográficas de las mismas, hacen casi imposible que alguien pueda vivir allí. En ese sentido, Dennis Griffin, un importante arqueólogo, explicó en diálogo con Hakai Magazine que los habitantes fueron el pueblo Thule, que vivieron ahí hace 400 años.

No obstante, no pudo confirmar que se tratara de un lugar donde vivieron por mucho tiempo ya que se encontraron ”artefactos rudimentarios”. El tiempo pasó y en el año 1970 los Estados Unidos consideraron a este archipiélago como ”desierto”.

Por su parte, las islas son protegidas por el Refugio Nacional Marítimo de Vida Silvestre de Alaska ya que posee una enorme cantidad de recursos naturales: desde enormes lagos de agua dulce, peces, plantas, aves marinas y una enorme variedad de mamíferos marinos, según publicó La Cien.

Entre tanto, se estima que fueron pocas las civilizaciones que lograron vivir por un tiempo prolongado en las islas y que aquellos que llegaron a esta zona lo hicieron de manera accidental debido a las tormentas.

Uno de los intentos más recientes por conquistar la isla con vida humana fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los militares estadounidenses intentaron asentarse y usar la isla como punto estratégico. Sin embargo, paredes de ocho metros de nieve sorprendían a los soldados en las mañanas.

Las tormentas, además, incluían "ventiscas de velocidad de huracán" que llegaron a durar un promedio de 10 días. Las temporadas que siguieron fueron similares: grupos de personas intentando instalarse en la zona para usar sus recursos, aunque sin éxitos por las difíciles condiciones que impone el archipiélago, según publicó La Nación.

Por eso, en lo que respecta a la vida humana, hoy San Mateo es considerado uno de los lugares más desafiantes del planeta.