El número de ballenas piloto que quedaron encalladas esta semana en las costas de la isla australiana de Tasmania aumentó a aproximadamente 500, la mayoría de las cuales no lograron sobrevivir.

El primer grupo, con cerca de 270 ejemplares, fue encontrado este lunes varado sobre una playa y dos bancos de arena cerca de la localidad de Strahan, en la costa occidental de la isla.

Los rescatistas, acompañados por policías locales, acudieron al lugar con un equipo especial para empezar al día siguiente por la mañana la operación de rescate. Este miércoles, otros 200 de estos animales marinos —todos ellos sin vida— fueron divisados desde un helicóptero a menos de 10 kilómetros al sur de la primera ubicación.

En total, se estima que ya han muerto 380 ejemplares y otros 30 continúan varados, mientras que se ha logrado salvar a 50 trasladándolos hacia el océano abierto, precisó Nic Deka, gerente del Servicio de Parques y Vida Silvestre de Tasmania. "Continuaremos trabajando mientras haya animales con vida", expresó Deka.

Este encallamiento masivo de calderones ya se convirtió en el más numeroso en la historia de Australia en términos de ejemplares varados y muertos, detalló a su vez Kris Carlyon, biólogo de fauna silvestre del Programa de Conservación Marina.

Las ballenas piloto son una de las especies de cetáceos que con mayor frecuencia resultan varados, aunque se desconocen las causas exactas de este fenómeno aún. Algunos expertos apuntan a que las manadas podrían acercarse a la costa en busca de alimentos o al seguir a uno o dos ejemplares encallados, por ejemplo, por un error de navegación, según publicó RT.

Asimismo, su rescate con frecuencia fracasa cuando los ejemplares regresan con la manada encallada posiblemente siguiendo las señales acústicas del grupo o a raíz del estrés, fatiga y pérdida de orientación.