Un enorme cuerpo rocoso, clasificado como "potencialmente peligroso", pasará cerca de la Tierra este viernes 24 de julio, advirtieron científicos de la Nasa.
Explicaron que se trata del asteroide 2020ND, que mide 170 metros de alto y viaja 13.5 kilómetros por segundo (48,000 kilómetros por hora) y es una vez y media más grande que el Ojo de Londres.
Lo más preocupante es que se aproximará a sólo 0.034 unidades astronómicas (UA), motivo por el que fue clasificado como "potencialmente peligroso", ya que contempla cierto riesgo de impacto contra nuestro planeta.
As if 2020 wasn’t eventful enough, seems we now have another NEO (Near Earth Object). The good news is that, compared to a NEO #2020ND on July 24 which is 130-280m wide(!) the July 22 NEO #2020NO is only 11-25m in size. The bad news is... https://t.co/MTf6bjDDb6 pic.twitter.com/m2OfalwXxw
— The Law of the Stars (@_Astro_Kate) July 17, 2020
"En la actualidad, los asteroides potencialmente peligrosos se definen por parámetros que miden la probabilidad que tienen de hacer acercamientos amenazantes a la Tierra", explicó la agencia espacial, y sumó: "Específicamente, todos los que tengan una distancia mínima de intersección de la órbita de 0.05 AU o menos se consideran entran en esa clasificación".
#2020NO will pass Earth at 2.1 LD
— The Law of the Stars (@_Astro_Kate) July 17, 2020
(whereas #2020ND will be at 14.5 Lunar Distances).
However, the one to watch out for is coming on 1 Sep 2020. #2011ES4 is set to pass us at a ‘wow-that-was-close’ distance of 0.3 LD. (Don’t worry though, it won’t hit) #Asteroid #Comet ☄️ pic.twitter.com/G51RieAcC7
Los expertos consideraban que la presencia de este asteroide en el Sistema Solar podría deberse a ser "empujado" por la gravedad de otros planetas. En ese sentido, la Nasa también clasificó a 2020ND dentro de los llamados "Objetos próximos a la Tierra", a los que describe como "cometas y asteroides que fueron reubicados por la atracción gravitacional de los planetas cercanos a órbitas que les permiten ingresar al vecindario de la Tierra".
De acuerdo con la agencia estadounidense, son cuerpos celestes de gran interés científico, ya que suelen ser "remanentes relativamente inalterados" del proceso de formación del Sistema Solar hace unos 4.600 millones de años, según publicó Crónica.



