Una pesadilla. Pedro recuerda porque no puede olvidar. El taladro de la memoria presenta todos los días la historia del espanto. La desesperada corrida hacia la nada. Ir y volver por una calle trampa. Antes de la explosión, de la caída de esos bloques de hormigón apilados, el portero trató de salvar las vidas posibles. “Siempre queda en la memoria lo que ha pasado. De eso no me voy a olvidar jamás”, afirma Pedro. “Nos duele, no nos vamos a olvidar jamás. Vamos a llegar a viejitos con ese recuerdo triste en la mente”, confesó en Radiópolis Weekend, por Radio2. 

Pedro es Pedro Flores, el portero del edificio donde la peor tragedia urbana se devoró la vida de 22 vecinos y la sed de justicia de muchos de sus familiares. Un manojo de dolores enredados para siempre. Sin fin. Tan complejo que Pedro recibe al cronista con una novedad. Tras el estrago había conseguido un trabajo de portero en el colegio San Bartolomé. Esta semana confirmó que, sin motivo ni causa, la institución educativa había decidido despedirlo. Y asi fue. Una charla entre el dolor de la historia y la nueva mala noticia del presente. 

-Pedro, 9 años después, ¿qué haces de tu vida? 

-Mira, 9 años después, llegando a uno de los días más triste de mi vida. Tristeza por otro lado, porque el Colegio San Bartolomé, donde estuve trabajando 9 años, me dejó sin trabajo, casi sin argumentos, sin darme un por qué. Así que me dolió muchísimo. Salí con la cabeza gacha y los ojos llenos de lágrimas para volver a comenzar. Hoy es volver a pelear la vida, volver a insertarme laboralmente, lo cual no va a ser fácil a mis casi 56 años.

-¿El primer trabajo firme que tuviste después de la explosión fue en el Colegio San Bartolomé?

-Si si, me consiguieron en el colegio San Bartolomé para que me jubilara tranquilo, luego de semejante siniestro que viví. Trabajé 9 años corridos, pero me despidieron hace unos días.

-Justo coincidente con el aniversario

-Exactamente, te agarra la tristeza del aniversario, el saber que estas sin trabajo, el volver a pechar la vida. Pero, ¿sabes qué? Muchas mañanas me levanto, tomo mates porque soy de levantarme temprano, imagínate que me levantaba todos los días a las 4 y media, y hoy me sigo levantando temprano.

-¿Qué hacías en el colegio? ¿Eras portero?

-Era portero. Me gané el corazón de cada chico, de cada madre, o sea, con la sonrisa de siempre después de haber vivido tristeza. Aprendí. Ojo que al entrar a trabajar en el colegio nadie supo cuando a Pedro se le corría una lágrima encerrado en el baño, porque aún seguía con mucha tristeza, pero saqué fuerza para seguir laburando.

-¿Que recordás de ese trágico dia?

-Recuerdo estar en la puerta, de hablar con una señora con mucho miedo, que quería salir a caminar un poco porque tenía miedo, yo le decía que no iba a pasar nada, que se quede tranquila, que todo iba a estar bien. Vi bajar al gasista, lo vi hacer el trabajo. No me voy a olvidar jamás de que subí a hablar con Luisina, una gran mujer y persona, que me lo había sugerido el gasista que necesitaba cerrar unos artefactos. Hoy no te sé decir cuánto tiempo específicamente, pero sé que subo a su departamento y me quedo hablando con ella y ahí me di cuenta de que algo estaba mal. Estaba mal. Todo fue tan rápido, que cuando te das vuelta te está viniendo una catástrofe, algo que esta muy mal. Queda eso en mi memoria, saber que la gente estaba en el edificio y que algo estaba mal. Al día de hoy, sentirte con esa impotencia y decir: '¿Por qué? ¿Por qué?'. No poder sacar a todos pero es acción de segundos, nadie puede imaginarse, solo el que lo vivió. Y el que lo vivió sabe que es muy muy poco tiempo para darte cuenta de lo que esta sucediendo. Eso me entristece. Hoy cuando me levanté recordé a Teté, una señora que me regaló un mate cuando se fue de viaje y dije 'cuánto te extraño', porque pasó a ser como una segunda madre esa mujer para mi. Esas cosas que recordás y duelen mucho.

-¿Pensás que se podría haber evitado. 

-Puedo decirte dos respuestas: se podría haber evitado, por una parte, siendo que era un trabajo tan delicado, creo que tendría que haber estado Litoral Gas haciendo ese trabajo, o al menos verificando ese trabajo. Son gente que están acostumbradas a ese tipo de trabajo. Y la segunda respuesta, hubiera sido desalojar el edificio, vaciarlo, que la gente se haya ido para poder realizar el trabajo, así se hubiera evitado que se cobrara tantas vidas ese siniestro.

-¿Había técnicamente algo que pudiera evitar lo que pasó? 

-Hoy el estar solo y pensar... vos te pones a pensar. Era invierno, mucho frío, yo había cerrado la tarde anterior todo lo que es puerta de azotea, ventana, porque había gente grande que tenía frio, ¿viste? Entonces uno intenta cerrar todo, mantener todo cerrado y era tan poco el tiempo que me dio, que cuando yo salgo del departamento el gas ya prácticamente había invadido todo el edifico. El gas no tenia modo de escapar, no tenia modo de salir, se condensó dentro del edificio. Al ser invierno uno cierra todo y el gas no tenía modo de escapar. Pero si, si lo pienso, yo creo que con un trabajo tan delicado, si hubiera estado Litoral Gas, eso no hubiera sucedido eso en Rosario, jamás, hubieran estado verificado el trabajo.

-¿Te sentís un ejemplo por lo que intentaste hacer en ese momento? 

-Mira trate de ver cuando me di cuenta que no se podía salir, que no podía salir a la calle de ver tanta gente amontonada, porque la gente se acerca a ayudar o estaban los curiosos, cuando salí a la calle era por favor pedirle a la gente que se fuera, eso iba a ser una catástrofe, iba a morir más gente de la que murió. Vos recordaras como quedó el edificio de enfrente, vos imagínate con tanta gente en la calle, lo que hubiera sido, hubiera muerto más gente en la calle que en el edificio. Eso me desesperó, esa era mi tristeza, que la gente se fuera, que me diera lugar a que alguien pueda dar una mano pero alguien que sepa, esa era mi desesperación.

-¿Vos crees que la justicia fue justa condenando solamente al gasista. 

-No, no, no. No fue justa la justicia. Yo lo dije en un momento, yo creí que el susto, la desesperación, yo creo que ese hombre se asustó, se fue, disparó. No sé. Yo creo que ese hombre tampoco podía hacer algo antemano, que bueno, le tocó a este señor. Lamentablemente se lo castigó de una manera terrible. Yo creo que no fue justa la justicia, siempre lo pensé. También tuve que declarar. Lo sufrí mucho. Yo sabia que a él lo involucraba pero que no fue justo, porque no fue solo él quien cometió un error en esto.