En las últimas horas cobró mucha notoriedad el caso de un avión venezolano varado en el aeropuerto internacional de Ezeiza, integrado por una tripulación de 14 venezolanos y cinco iraníes, a quienes les habían retenido sus pasaportes. La nave había ingresado al país la semana pasada de forma imprevista por falta de combustible. Ahora se conoce un fallo de la Justicia que confirma que la Dirección Nacional de Migraciones actuó correctamente al guardar sospechas “razonables” sobre la entrada del avión a territorio argentino.

Según informó Télam, el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena determinó este domingo que Migraciones "actuó en el marco de sus facultades" en el caso del avión de carga venezolano y declaró "abstracto" el habeas corpus presentado por el abogado de la tripulación, integrada por catorce venezolanos y cinco iraníes.

Villena consideró que el procedimiento llevado a cabo por el organismo al retener los pasaportes de los tripulantes del Boeing 747 de la empresa Emtrasur de matrícula venezolana se fundó "en la sospecha razonable de que la razón esgrimida al ingresar (al territorio argentino) podría no ser la real o verdadera".

Además, el magistrado rechazó la solicitud de hábeas corpus interpuesta el último sábado por el abogado de la tripulación, Rafael Resnick Brenner, "en relación a los ciudadanos iraníes" y declaró "abstracta" la acción en cuanto a los catorce venezolanos.

El sábado, Resnick Brenner había interpuesto un habeas corpus en el que señalaba la "ilegítima decisión del Estado nacional" consistente en inmovilizar el avión de carga con bandera venezolana en el que viajaban ciudadanos iraníes y venezolanos, a quienes, objetó el letrado, "ilegítimamente se les retuvieron sus pasaportes".

La nave de la aerolínea venezolana Emtrasur, que había pertenecido a la empresa iraní Mahan Air, llegó a Ezeiza el lunes 6 de junio con una carga de autopartes. Previamente, por el mal clima, había hecho una escala en Córdoba.

Según reconstruyó Página 12, en Ezeiza un operativo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Migraciones, la Aduana y la Policía Federal revisó la carga y no se encontró nada extraño, pero los efectivos retuvieron los pasaportes de la tripulación iraní y le impusieron como condición para salir del país hacerlo en un vuelo de línea. Nadie fue detenido, pero los tripulantes quedaron alojados en un hotel de Ezeiza.

En cuanto al control de carga, equipaje y correos contenidos en el avión, añadió Villena, se hicieron inspecciones en el marco de las atribuciones y funciones de cada fuerza que concluyeron "sin novedades".

Respecto a la tripulación, siguió el magistrado, la Dirección Nacional de Migraciones dispuso "retener la documentación" y otorgar una "autorización provisoria de permanencia, que no implica ingreso legal a la República Argentina", mientras se alojan en un hotel cercano al aeropuerto de Ezeiza, hasta "que se haga efectivo el abastecimiento de combustible de la aeronave", razón por la cual aterrizó el avión en suelo argentino.

Otras versiones

En este tiempo también se sumaron otras versiones sobre el avión que incluyeron un supuesto pedido de captura del Departamento del Tesoro estadounidense. También hubo publicaciones que destacaron que el avión habría volado “con el transponder apagado, como si no quisiera ser localizado”. Incluso se vinculó a la tripulación con la fuerza Quds, un grupo de la Guardia Republicana iraní vigilada por Estados Unidos.

Todo sumó volumen cuando, tras la negativa de abastecimiento por parte de Shell e YPF, el Boeing despegó el miércoles rumbo a Uruguay en busca de combustible pero no lo dejaron ingresar. El ministro de Defensa uruguayo, Javier García, dijo que él dio esa orden debido a que “agencias extranjeras” dieron “informaciones” al Ministerio del Interior que lo pusieron en alerta; y la nave tuvo que volver a Ezeiza.