“Somos Cetear. Desde 1994 ofrecemos capacitación en sonido en la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina”, así se definía en su web (que ya no funciona al igual que las redes sociales), la prestigiosa institución ubicada en Rioja al 1700 que llevaba 28 años educando a jóvenes y adultos y que, según lo que contaron los alumnos a Rosario3, decidió cerrar sus puertas sin previo aviso. Los damnificados sostienen que todo comenzó con el fallecimiento de uno de sus fundadores, Juan Carlos Benvenuti, quien hasta sus últimos días estuvo participando de forma activa en dicha institución. 

“La Fundación Latinoamericana de Audio Profesional (Funlap) encargada de la administración de la escuela, quedó en manos de personas que lenta pero de forma constante vaciaron la institución, a tal punto que en una semana despidieron sin indemnización, ni aviso, al personal administrativo y docente y, días después, el 2 de noviembre el alumnado es informado sobre el cierre definitivo de la escuela, dejando varados a más de 250 estudiantes de distintos niveles y de sus numerosos cursos paralelos, sin ningún tipo de contemplación, ni devolución del dinero abonado, más que el exhorto a aceptar un certificado a modo de título”, así comienza el comunicado de quiénes acudían a la escuela y habían pagado por una educación que no recibirán. 

Teniendo en cuenta el nivel y el prestigio de Cetear, su educación trascendió el país y acudían personas de Uruguay, Bolivia, Colombia, Perú, República Dominicana, Ecuador, que motivadas por la vocación y el amor al sonido, abonaban sumas que iban desde $9.500 mensuales a $65.000 pesos anuales, o entre 800, 400 y 240 dólares dependiendo el curso. Sin embargo, para la institución ese dinero no alcanzaba ya que en el mensaje que distribuyeron para avisar el cierre definitivo, fundamentaron que era Benvenutti quién solventaba la escuela con sus recursos económicos. 

Estudiantes del instituto compartieron el mensaje que les llegó anunciando el cierre de la casa de estudio.

Guillermo es de Uruguay y es un profesor de música que decidió profundizar sus estudios en sonido. El boca a boca lo llevó al que consideraba el mejor lugar para hacerlo y si bien en las últimas semanas observó un cambio de profesores, jamás se imaginó un cierre. Su historia es solo una de las tantas que quedaron en veremos con la decisión que tomó la nueva gestión de Cetear. 

“Me anoté a operador de sonido, estaba por comenzar con los parciales la próxima semana. Aboné al contado 360 dólares para cursar todo el primer año. Pero otros compañeros tenían paga toda la carrera e incluso algunos habían abonado los workshop que cuestan alrededor de 300 dólares americanos y no se ha realizado ninguna devolución ni respuesta por parte de la escuela”, detalló en relación a su caso en particular. Y agregó: “No caigo en razón, fue un balde agua fría. Desapareció la empresa y siendo extranjero es mucho más difícil actuar, estoy intentando buscar soluciones desde acá porque lo único que queremos es terminar nuestros estudios”, apuntó. 

“Desde la administración de la escuela se obró, evidentemente, de mala fe y se espera que los responsables puedan hacerse cargo de la horrible incertidumbre en que dejan a todo el ámbito educativo. Más allá de lo inmoral de su proceder, este accionar por parte de la fundación debe considerarse, prácticamente, como una estafa”, aseguraron los estudiantes que además se declararon en lucha. 

No aceptamos las condiciones propuestas por la fundación, ni siquiera la pretensión definitiva es la devolución del dinero, sino la necesidad de concretar el ciclo lectivo 2022, que se reconozca la cursada de todo el año en caso de reubicar al estudiantado en otras escuelas de capacitación, posibilidad de rendir los finales de las materias, especialmente para los que están a punto de egresar, entre otras peticiones. Además, los alumnos nos solidarizamos con el personal injustamente despedido”, remarcaron en el mensaje que están haciendo circular. 

Además de organizarse, acudieron a la defensoría del pueblo y el Ministerio de Educación y están a la espera de novedades. Rosario3 intentó comunicarse con el abogado de la institución y no tuvo respuestas. Lo mismo ocurrió con el celular de contacto administrativo de Cetear.