Este fin de semana el comedor Pasito a Pasito, ubicado en José Ingenieros al 2400, fue escenario de un nuevo episodio de inseguridad. Les robaron todo. Las personas que trabajan en el lugar piden ayuda para reconstruirlo: “Nuestras herramientas son un mechero, una garrafa y una olla”, expresaron.

Ocho mujeres levantaron el lugar y lo pusieron en marcha y ahora, producto de otro hecho delictivo en la ciudad, se ven en la obligación de volver a empezar: “Nosotros no recibimos ayuda de los gobiernos, quien nos da una mano es el Banco de Alimentos Rosario”, dijo Antonella, una de las caras visibles del comedor.

“Se llevaron hasta las golosinas del día de la primavera para los chicos”, agregó. Además, los delincuentes robaron una alcancía con un poco de dinero que estaban tratando de juntar para comprar otro mechero y ollas porque la demanda de comida es cada vez más grande.

Allí se asiste a 250 personas que visitan el comedor unas tres veces por semana. Con las dificultades de la coyuntura se las arreglan para dar una mano a quienes lo necesitan.

Incluso, hasta hace una semana el sitio estuvo cerrado porque tuvieron un caso de covid-19 positivo y el resto tuvo que aislarse por precaución. De todas maneras, y ante todas las adversidades, volverán a levantarse.