A punto de asumir como diputada nacional —tras renunciar este martes a la Vicegobernación— Gisela Scaglia habló en el programa Radiópolis (Radio 2) y dejó una definición que pretende marcar su agenda inmediata en el Congreso: el reclamo por las deudas que el gobierno nacional mantiene con Santa Fe. En un contexto de tensiones crecientes entre Provincias Unidas (PU) y la Casa Rosada, Scaglia advirtió que “la Nación nos debe, en proporción, la misma cantidad de plata que todos los días ponemos para sostener, en un marco de equilibrio fiscal, los servicios y la obra pública. Es muy injusto para Santa Fe”.

La dirigente del PRO se prepara para iniciar “otra etapa” en el Congreso y, aunque todavía evita confirmarlo públicamente, señaló que “todo indica” que será la presidenta del flamante bloque de Provincias Unidas. “Soy cautelosa porque estas cosas se discuten hasta último momento”, aclaró. De todos modos, anticipó que el armado parlamentario irá en la línea que se anunció cuando se presentó PU: una fuerza “sensata, razonable, que se corra de los extremos” y que exprese “una alternativa sensata antes que ideológica”.

“Tenemos la responsabilidad de representar lo que le dijimos a la gente de todas las provincias que somos parte de PU —planteó—. Argentina necesita dejar de votar por miedo al otro y volver a votar proyectos políticos que den esperanza. Pero también tenemos la responsabilidad de poner un límite cuando los proyectos no tienen la mirada de nuestras provincias”, afirmó.

Scaglia evitó garantizar que Miguel Ángel Pichetto vaya a formar parte de PU. “No puedo asegurarlo”, dijo, y recordó que el exsenador “discutió algunas cuestiones” del armado. “Todo indica que vamos a concluir en un interbloque”, señaló, lo que perfila una convivencia parlamentaria con acuerdos puntuales entre espacios afines pero sin unificado total.

Consultada sobre la sintonía con el gobierno nacional, Scaglia distinguió entre “coincidencias generales” y “diferencias en lo particular”. Subrayó que PU se reconoce como un espacio “reformista” y que comparte la necesidad de cambiar normas que han quedado desfasadas, especialmente en materia laboral, pero volvió a poner el eje en las economías regionales.

“Si tenés una gran proporción de trabajadores en la informalidad y las leyes actuales no generaron más trabajo privado, sino más trabajo informal, obviamente hay que plantear una reforma laboral”, dijo. Sin embargo, marcó un límite: “No se puede hacer una reforma que no mire a las pymes, que esté anclada solo en las multinacionales. Para una multinacional no es lo mismo pagar una indemnización que para una empresa de 70 empleados”.

Scaglia cuestionó además “la mirada de que el que da trabajo no quiere al trabajador”, algo que calificó como “lo más falso que he escuchado”. Según su planteo, las empresas “no quieren perder trabajadores formados” y el objetivo debe ser generar “más empleo registrado” y aggiornar las leyes laborales “al mundo que nos toca vivir”.

De cara al debate del Presupuesto 2026 y las negociaciones entre Nación y Santa Fe, la inminente diputada fue tajante: “Diálogo no hay ninguno”. Planteó que el gobierno nacional debe presentar “una hoja de ruta” que ordene prioridades en infraestructura, rutas, puentes, obras productivas y, especialmente, en el tratamiento de las deudas que el Estado nacional mantiene con las provincias.

“Vamos a insistir con lo que nosotros creemos que tiene que tener un presupuesto en este contexto”, afirmó. Y volvió a detenerse en la situación santafesina: “Todos los días hacemos un esfuerzo enorme para tener equilibrio fiscal, cumplir los servicios y sostener la obra pública. Pero la Nación nos debe en proporción la misma cantidad de dinero que ponemos para todo eso. Es muy injusto para Santa Fe”.

En esa línea, remarcó que no hubo avances en la negociación por la deuda histórica con la provincia: “No avanzó nada”.