"Cuenten conmigo". Con esa frase, el embajador de la Argentina en Brasil, Daniel Scioli, se subió a la carrera presidencial y blanqueó su intención de dar pelea en la interna del peronismo.

El ex gobernador bonaerense afirmó que se siente "con fuerza y energía para trabajar aún más'' por el país. "Siempre me comprometí. Nunca fui indiferente. No lo seré ahora, en la madurez de mi vida y con la experiencia a favor. La lealtad seguirá siendo mi hoja de ruta'', sostuvo Scioli en una carta abierta que publicó en sus redes sociales.

Mientras el kirchnerismo duro se concentra en ubicar en el centro de la agenda la denuncia de "proscripción" contra Cristina Kirchner, Scioli lanzó: "Escribo estas líneas porque siento la necesidad de responder a todos los mensajes que llegan por las redes sociales preguntando por mis planes para este año. Creo conveniente elegir el mismo canal que ustedes utilizaron para continuar el diálogo acerca de una pasión compartida: el futuro de nuestra Argentina. Una vez más les digo: cuentan conmigo. Como siempre''.

El embajador defendió su trabajo de los últimos años: "La relación con Brasil creció hasta recuperar el lugar de primer socio comercial y alcanzar el récord de intercambio en los últimos nueve años. Todo eso a pesar de las diferencias ideológicas. Ejercí una diplomacia de resultados, porque primero está la Patria. Y porque el Mercosur es estratégico para el crecimiento y el desarrollo sostenido'', puntualizó.

Y agregó: "Hoy estoy enfocado en ejecutar con el presidente Lula y su gobierno, los acuerdos de integración firmados con nuestro país en el menor tiempo posible para el bien de ambos pueblos'', subrayó Scioli. Al referirse a su rol como embajador, precisó: "Aporto desde Brasilia con espíritu constructivo, como lo hice siendo diputado nacional, secretario de Turismo y Deportes, vicepresidente de la Nación, dos veces gobernador de Buenos Aires y candidato presidencial respaldado por el 49% de las y los argentinos''.

Scioli defendió su perfil como adecuado para estos tiempos, al señalar que "a veces se confunde moderación con tibieza", algo que consideró que es "todo lo contrario'', y argumentó: "Ser moderado es mucho más difícil que ser extremo, es ser firme y tenaz con las ideas que se llevan adelante, lo que permite construir consensos para viabilizar políticas que mejoren la vida de nuestra gente y garantice la igualdad de oportunidades''.

A modo de conclusión, el embajador sentenció: "La mitad del país tiene menos de treinta años y exige una visión de futuro, que es en definitiva lo que nos une. La otra mitad, demanda un presente que recompense sus esfuerzos. Acá estoy. Soy el Daniel de siempre, con más fe y esperanza que nunca. Cuentan conmigo. Yo cuento con ustedes''.