Este miércoles, se viralizaron imágenes dónde se ve a la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, en una fiesta privada en un departamento con amigos —muchos de ellos figuras públicas y artistas locales—. Desde entonces, Marin protagoniza un escándalo y ha recibido un aluvión de cuestionamientos, principalmente de la oposición política. Sin embargo, asegura que "sólo bailó, cantó y festejó". Niega rotundamente haber consumido drogas y remarca que "estos cargos también los ocupa gente normal".

"Todo lo que hice es perfectamente legal", aseguró la primera ministra en una entrevista a Iltalehti. Además, se mostró molesta por la filtración del material y pidió a la sociedad que "entiendan que es su tiempo libre". Esta no es la primera crítica que recibe Sanna Marin, hace poco también la juzgaron por su vestimenta "poco formal" y porque ha asistido a festivales de rock. 

Las versiones de que Marin podría haber consumido drogas ese día comenzaron porque, según contó el diario El Mundo, en uno de los videos "se escucha una voz que alude a una raya de harina que podría referirse a la cocaína". De todas formas, la socialdemócrata se puso a disposición para realizarse un test de drogas

"Quiero mostrar que estos cargos también los ocupa gente normal, con una vida corriente. Tengo una vida familiar, una vida laboral y tiempo libre para pasar con mis amigos, como mucha gente de mi edad", refirió al respecto.

Desde agosto de 2020 es presidenta del Partido Socialdemócrata de Finlandia.

Si bien hoy Sanna Marin es noticia por la divulgación de imágenes en un contexto privado sin su consentimiento, es importante remarcar y recordar que en el año 2019 cuando asumió, se convirtió en ser la primera ministra más joven del mundo. No sólo eso, sino que es la mujer de más corta edad en ocupar ese cargo en la historia de Finlandia. Fue ministra de Transportes y Comunicaciones entre el junio y diciembre de 2019 y desde agosto de 2020 es presidenta del Partido Socialdemócrata de Finlandia.