En la madrugada de este domingo, las calles de Damasco (Siria) se convirtieron en el escenario de un cambio político cuando las fuerzas rebeldes, lideradas por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ingresaron a la ciudad capital.

Medios internacionales consignan que el hasta ahora presidente Bashar al-Assad, cuyo régimen había dominado Siria durante más de cinco décadas, huyó a un destino desconocido. Una vez en el poder, las fuerzas rebeldes dispusieron un toque de queda de 13 horas.

La ofensiva no fue un evento aislado, sino el clímax de una serie de avances estratégicos. Días antes, HTS y sus aliados habían lanzado ataques coordinados desde su bastión en la provincia de Idlib, avanzando rápidamente hacia el sur. 

La captura de Homs, una ciudad clave en el centro de Siria, fue un golpe decisivo que abrió el camino hacia Damasco, detalla la agencia Noticias Argentinas.

Tras tomar el control de Damasco, el HTS dispuso un toque de queda en la capital siria de trece horas. "El Mando de Operaciones Militares anuncia el toque de queda en la ciudad de Damasco a partir de las 4 de la tarde y hasta las 5 de la madrugada", según un escueto comunicado de los rebeldes, que no detalló cuándo entra en vigor ni hasta cuándo durará, informa EFE.

Se trata de una de las primeras medidas tomadas por los rebeldes, después de que pidieran respeto por la propiedad pública y privada, así como no disparar.

Los insurgentes declararon Damasco "libre" del presidente Al Assad tras doce días de ofensiva iniciada por una coalición liderada por el grupo islamista Organismo de Liberación del Levante junto a otras facciones respaldadas por Turquía.

Este anuncio se produce después de que el Ministerio de Exteriores ruso –aliada de Damasco–anunciara que el presidente de Siria, Bachar al Asad, abandonó el país árabe tras sostener negociaciones con los grupos rebeldes que tomaron Damasco.

La coalición rebelde está liderada por el islamista Organismo de Liberación del Levante junto a otras facciones respaldadas por Turquía.