La balacera contra la sede de la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario en pleno centro “es fuerte por lo simbólico”, admitió el ministro de Seguridad provincial Jorge Lagna, quien aunque no reveló datos al respecto, aseguró que “hay muchas líneas investigativas” en un contexto al que definió como “un tiempo de brujas en que siempre pasan cosas anormales”.

En contacto con Radiópolis Weekend, el programa de Roberto Caferra en Radio 2, el funcionario aclaró que no está autorizado para exponer los datos que se manejan en relación a la balacera del jueves a la noche. Sin embargo, pudo poner en evidencia un contexto agitado: un “juicio de resonancia nacional, con intimidaciones permanentes, un ida y vuelta de teléfonos”. Esto último dicho sobre el hallazgo de un nuevo teléfono fijo en la celda de Ariel Máximo Cantero.

Y sumó en el mismo sentido: “Hay investigaciones muy importantes con un posible esclarecimiento de una balacera con 6 detenidos que traerá mucho ruido en las próximas horas”, deslizó sin más detalles.

El escenario local obliga a administrar a los agentes policiales provinciales y federales –ahora más nutridos tras el anuncio de Nación– para tareas de prevención y patrullaje. “Hay 119 objetivos que debemos custodiar”, reveló Lagna y profundizó: “Del total, 30 se sumaron desde el juicio a Los Monos, con 300 hombres y 70 vehículos”. Se trata de personas y edificios que deben protegerse lo que obliga a “inmovilizar patrulleros y personal”. “Algunas personas son de bien pero también hay que custodiar delincuentes, cosa que irrita a los vecinos, esto de ver patrulleros cuidando narcos”, lanzó.

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El ataque a tiros contra la sede gremial quedó grabado por cámaras de seguridad callejeras que mostraron al motociclista frenar la marcha y abrir fuego. La acción delictiva parece no inquietarlo, ya que se toma su tiempo y tampoco acelera la velocidad al huir. Lagna aseguró que no hubo “zona liberada” esa noche. “En el reparto de trabajo, esa noche la zona estaba a cargo de fuerzas federales”, indicó.

Sobre el agresor, observó: “No es un profesional, usa una moto de baja cilindrada, con torpeza evidente”.

Para el funcionario, “las restricciones no favorecen, es más difícil cometer hechos con mayor circulación”. Y concluyó: “Es llamativo el accionar de esta persona, hay muchas puntas de investigación”.