El futbolista de Boca Juniors Sebastián Villa, quien el viernes pasado fue condenado en una causa por violencia de género contra su expareja en 2020, será sometido ahora a otro juicio oral, pero por el abuso sexual de una joven de 26 años en junio de 2021 en un country de la localidad bonaerense de Canning, informaron fuentes judiciales.

La decisión la adoptó el juez de Garantías 2 de Lomas de Zamora, Javier Maffucci Moore, en una resolución de 20 páginas a las que tuvo acceso Télam, en la que cuestionó a la defensa de Villa (27) por recurrir en sus argumentos para evitar el juicio "a uno de los habituales estereotipos del sistema patriarcal que aún persisten en el imaginario social y que tienden a naturalizar las agresiones hacia la mujer y a responsabilizar a ellos por el daño".

De esta manera, el magistrado hizo lugar a un pedido que había formulado el 12 de mayo pasado la fiscal Vanesa González, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 3 de Esteban Echeverría, quien requirió que el futbolista colombiano sea juzgado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal” en perjuicio de Rocío Tamara Doldán (27), que prevé una pena de hasta 15 años de prisión.

La resolución del juez Maffucci Moore tiene fecha del domingo y se dictó dos días después de que el delantero "xeneize" fuera condenado a dos años y un mes de prisión condicional por ejercer violencia de género y amenazas hacia quien entonces era su pareja, Daniela Cortés, cometidas en abril del 2020, en plena pandemia por el coronavirus.

Tras esa condena, el futbolista, quien había formado parte del plantel profesional de fútbol de Boca hasta ese mismo día y hasta había posado unas horas antes en una foto junto al resto del equipo con un cartel cuya leyenda era "Ni una menos", fue separado de la institución por las autoridades del club "xeneize" y ya no volverá a jugar allí.

Según consta en la acusación fiscal, el hecho ocurrió entre la noche del 26 de junio de 2021 y la madrugada del 27, cuando Villa y Doldán, junto a otro grupo de allegados al futbolista, se encontraban en una vivienda del Country Venado II, ubicado en la localidad de Canning, partido de Esteban Echeverría.

“En momentos que ambos se encontraban acostados, el mentado Villa Cano comienza a insultar a Doldán, tomándola de los cabellos para luego pegarle una cachetada en el rostro", señaló en el escrito la fiscal González, al que tuvo acceso Télam. Para la fiscal, Villa puso a la víctima "en un estado de indefensión, impidiendo así que la misma se retire del lugar", tal como ella deseaba.

En su denuncia, la joven explicó que esa noche el futbolista había consumido "mucho alcohol" y comenzó a reprocharle que sospechaba que le gustaban o que había estado con otros jugadores del plantel xeneize. Tras mantener una fuerte discusión, la joven dijo que Villa la encerró en una habitación, abusó sexualmente de ella y la intentó sofocar.

Para el abogado defensor de Villa, Apolo, el hecho se trató de una “práctica de relación sexual que unía a las partes implicaba prácticas de BDSM, es decir, bondage, disciplina dominación, sumisión, sadismo y masoquismo”.

El juez Maffucci Moore indicó al respecto que la defensa consideró que se trató de una “relación consentida y que la víctima miente”, pero el magistrado explicó que “no necesariamente implica que en la cuestionada ocasión también mediara consentimiento”. En tanto, con relación a las declaraciones de las médicas que atendieron a Doldán en el Hospital Penna tras el hecho investigado, donde según consta en el expediente “no se hallaron signos físicos de abuso”, el juez indicó que “sí afirmaron que la imputada manifestó sentir dolor y por eso se le indicaron analgésicos”.

“Aquí entra en juego otro de los estereotipos a los que me he referido antes, esta vez el de que solo hay abuso cuando la mujer resulta lesionada. Eso es un resabio de la legislación decimonónica que exigía fuerza de parte del autor, resistencia de parte de la víctima y marcas materiales del abuso”, argumentó.

El juez Maffucci Moore expresó que “la defensa argumenta que Doldán miente porque después de ocurrido el hecho siguió como si nada, se fue a otra fiesta y quienes la vieron dijeron que estaba tranquila. Una vez más los prejuicios, la denuncia tiene que ser inmediata, y el temperamento apenas ocurrido, el hecho y al denunciar debe incluir llanto, grito, desolación, tristeza, angustia, o andar contando a todo el mundo lo ocurrido, etc”.