El gobierno de Rusia rechazó tajantemente el tope al precio de su petróleo impuesto por los países occidentales como represalia por la invasión a Ucrania, y amenazó con cortar totalmente el suministro de crudo a los países que apoyan esa medida, lanzando así una nueva disputa comercial que podría afectar la economía global.

El bloque de la Unión Europea, Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Japón y Australia acordó este viernes fijar un precio máximo de 60 dólares por barril para el petróleo ruso que compren. Se estableció que el límite de precio entre en vigor este lunes, junto con un embargo de la UE al petróleo ruso transportado por mar.

El objetivo, puntualizaron, es "evitar que Rusia obtenga ganancias de su guerra agresiva contra Ucrania" y "apoyar la estabilidad en los mercados energéticos mundiales".

El representante permanente de Rusia ante organizaciones internacionales en Viena, Mikhail Ulyanov, fue terminante a través de Twitter: "Desde este año, Europa vivirá sin petróleo ruso".

"Moscú ya dejó claro que no proveerá petróleo a los países que apoyen los límites de precio, que van en contra del mercado", remarcó.

Varios países acordaron fijar un precio máximo de 60 dólares por barril para el petróleo ruso.

El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, también adelantó que no aceptarán el tope de precios, pero utilizó un tono más moderado al aclarar que analizarán la situación antes de decidir una respuesta específica.

El acuerdo político de la Unión Europea y el G7 garantiza que si el precio de mercado del petróleo ruso baja de 60 dólares el barril, el tope se actualizará para que se sitúe al menos un 5% por debajo del valor que se esté comerciando. La medida rige igualmente para las pólizas firmadas por compañías navieras con aseguradoras europeas, que controlan la mayor parte de ese mercado.

La Unión Europea, Estados Unidos y sus aliados buscan así limitar los ingresos obtenidos por Rusia, segundo exportador mundial de petróleo, gracias a sus exportaciones a países socios como China o India, y mermar la financiación de la guerra en Ucrania.

El gobierno ucraniano, por su parte, respaldó la medida y auguró este sábado que el tope de precios al petróleo hundirá a Rusia. "Siempre alcanzamos nuestro objetivo y la economía de Rusia será destruida y Rusia deberá asumir la responsabilidad de todos sus crímenes", afirmó el jefe de gabinete presidencial ucraniano, Andriy Yermak.

Los enfrentamientos entre las fuerzas rusas y ucranianas se intensificaron en el este del país europeo.

Al mismo tiempo, el funcionario ucraniano reclamó que reduzcan a la mitad el tope, para así perjudicar más aún al Kremlin.

"Sería necesario bajarlo a 30 dólares para destruir más rápido la economía del enemigo", escribió en Telegram. Esta postura también es apoyada por Polonia, uno de los principales críticos a la guerra del presidente ruso Vladimir Putin.

En el campo de batalla, en tanto, los enfrentamientos se intensificaron en el Este. Las tropas rusas continuaron este fin de semana con los ataques en la región de Donetsk, pero hubo escasos progresos debido a la encarnizada resistencia que presentan las fuerzas ucranianas, que intentan contraatacar en algunos sectores del frente.

Según la inteligencia militar británica, las tropas rusas están concentrando sus esfuerzos militares en la captura de Bajmut, un importante nudo de comunicación ubicado al norte de Donetsk. Si lo logran, les permitiría avanzar hacia Kramatorsk y Slovianks, las principales plazas fuertes de Ejército ucraniano en la región.