El ex sargento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Karl Wolfe esperó 30 años después del presunto incidente para contar que vio una base alienígena en la luna, obligado por su compromiso de confidencialidad con la NASA para la cual trabajaba como reparador de fotografías electrónicas de precisión. 

Dijo que vio una "base" en el lado oscuro de la luna cuando lo obligaron a ayudar a reparar un equipo de fotografía que fallaba a fines de la década de 1960.

Según Hows & Whys, dijo que su jefe le había dicho que ayudara con un equipo en una instalación cercana que estaba funcionando y que era similar al equipo con el que estaba acostumbrado a trabajar. La única persona alrededor que pudo ayudar, obedeció y su autorización de seguridad se intensificó para permitirle ingresar. Dijo que ingresó a una instalación llena de personas de diferentes países, no solo de Estados Unidos. Luego se llevó a Wolfe al cuarto oscuro donde se encontraba el equipo en el que se suponía que debía trabajar. En la habitación había otro hombre, un aviador.

El proceso de reparación del equipo le llevaría mucho tiempo. Parte del proceso implicó esperar y los dos hombres se pusieron a hablar, donde el hombre le dijo que los datos de la cámara de la Nasa se enviaron para ser procesados en Langley, la sede de la CIA, antes de ser enviados a varias partes del ejército para ser analizados.

Aquí el hombre le dijo que nuevas imágenes mostraban estructuras en la luna que no parecían haber sido posibles de hacer a través de procesos naturales. El aviador supuestamente dijo: "Descubrimos... una base de la parte posterior de la Luna".

Wolfe contó que el descubrimiento lo dejó "temblando" cuando el asistente, que notó su reacción, reiteró: "Sí, una base en el lado oscuro de la Luna". En las fotografías se podía ver formas geométricas y mástiles que parecían antenas de radar que encontraría en la Tierra.

Wolfe afirma haber estado presente en los eventos de ese día y no lo contó durante 30 años debido a que estaba sujeto a su autorización de seguridad, pero finalmente lo hizo años después.

Karl R. Wolfe murió en el accidente del 10 de octubre de 2018 en Lansing, Nueva York, luego de ser golpeado por un semirremolque en dirección sur en North Triphammer Road cerca de Sharon Drive. Tenía 74 años.

Wolfe fue trasladado de urgencia al Centro Médico Cayuga, donde murió más tarde a causa de las lesiones sufridas en el accidente. Aunque el accidente está bajo investigación, no se presentaron cargos y la Oficina del Sheriff del condado de Tompkins no dio a conocer el nombre del conductor del remolque, informó The Ithaca Journal.