Una jueza de Estados Unidos condenó esta semana a un hombre a pasar dos años y medio en la cárcel por poner su semen en una botella de agua a medio consumir y el teclado de una compañera de trabajo, a modo de venganza.

Steven Millancastro, de 30 años, quien fue encontrado culpable el 21 de septiembre en Orange, California, recibió el martes una condena de 30 meses por varios cargos de agresión. También se registrará como delincuente sexual por el resto de su vida.

La jueza de la Corte Superior, Kathleen Roberts, quien decidió el caso sin jurado, dijo que el delito "es mucho más serio e invasivo que un puñetazo normal o un golpe o una bofetada", informa Infobae.

La magistrada destacó que se supo por el propio testimonio del acusado, y el testimonio del médico, que el hombre colocó su semen en los artículos de la víctima más veces que aquellas por las que realmente lo acusaron.

Millancastro y la mujer, cuyo nombre no se reveló públicamente, habían trabajado juntos desde 2014. La víctima testificó que su compañero de trabajo comenzó a invitarla a salir a través de un sistema de mensajería, y ella siempre lo rechazó.

Desde noviembre de 2016 la víctima comenzó a notar que las botellas de agua a medio consumir que había dejado en su escritorio se veían “turbias” y las desechó.

El hecho se repitió varias veces hasta enero de 2017, cuando el jefe colocó una cámara de vigilancia cerca del escritorio de la mujer, donde se logró captar que al hombre tomar unos pañuelos, dirigirse al baño y regresar al escritorio de su compañera y cometer el crimen.

La jueza resaltó que la "venganza sexual" era un "plan sofisticado para que ella ingiriera su semen después de que lo denunciara"