Este miércoles, en el día previo al festejo de la selección argentina, hubo un momento de tensión en el predio de la AFA: cuando los jugadores terminaron el entrenamiento un hombre, identificado como Fernando Palacios, burló la seguridad del lugar y se sacó fotos con Messi.
El joven de 30 años oriundo de la ciudad bonaerense de Azul, dialogó con TN y contó cómo hizo para entrar: “Había visto cómo era el predio por afuera y en una parte hay una especie de bosque y me mandé por ahí. Pura rama, pinches, mugre. Terminé todo raspado, pero al final entré, caminé como 10 minutos hasta que aparecí por la cancha de béisbol”.
Con la adrenalina y la emoción a flor de piel, Palacios siguió. “Un poco más adelante había policías que me miraban y ahí me puse a hablar, les preguntaba cosas como para hacerles un entre, si necesitaban agua o si querían algo. Ellos me preguntaron si trabajaba ahí, les dije que sí y pude seguir. Pasé, trepé una reja, un paredón y estaba en el predio de la AFA, en las canchas de entrenamiento de la Selección, bah. Ahí saqué una carpeta que tenía como para disimular que estaba haciendo algo, y un seguridad me dijo que no podía usar el celular, porque obvio que yo quería filmar, sacar fotos”, recordó.
Guadó el teléfono y siguió caminando hasta toparse con el entrenamiento de la selección albiceleste que estaba llegando a su final. Pero fue por más: "Me mandé al vestuario. Nunca nadie me dijo nada. Ahí saludé a Armani, a Paredes, a Dybala, ¡casi todos!”, expresó. Y aseguró que tuvo que hacer “algunas gambetas” pero que entró “como si nada”.
En medio del vestuario el joven no veía a su ídolo, Lionel Messi. Entonces saludó a Giovanni Simeone y le preguntó "¿dónde está el 10? el más buscado" y el delantero argentino del Napoli le hizo un gesto con la mirada para encontrar al rosarino.

“Me hizo una seña de ojos, giré, lo vi a Leo y fue una emoción terrible”, recordó Fernando. Y continuó: “Me acerqué, le di la mano, le agradecí por tantas alegrías, hice dos selfies rápidas porque tenía poca batería y listo”. “Él estaba muy sorprendido y yo muy nervioso y ansioso”, comentó.
Momentos después un utilero se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo y dio aviso a la seguridad del predio. Los agentes lo sacaron “a los empujones”, según Palacios. “Me retaron, me tomaron los datos y nada más”, concluyó.
Al salir del predio se tomó un colectivo de Cañuelas a Monte Grande y de ahí a Azul. Regresó a su ciudad victorioso: con anécdota y fotos. "Yo estoy feliz. Me gusta mucho el fútbol, estoy haciendo el curso de técnico y hubiese querido ver al Chiqui Tapia para hablar con él. Acá, en Azul, todo es muy amateur, por eso cuando voy a las grandes ciudades me conmuevo, siento mucha pasión y bueno, si encima puedo llegar a Messi, por qué no lo voy a hacer”, finalizó.