Después de una serie de complicaciones que incluyó la demora en la llegada del órgano porque el avión que lo traía no podía aterrizar por una amenaza de bomba en el aeropuerto de Fisherton, Benicio –un chico oriundo de la localidad de Humberto Primo– fue trasplantado en el Sanatorio de Niños de Rosario y su evolución era favorable.

Benicio es, sin dudas, un sobrevivientes. De acuerdo al relato que su padre, Ariel Rodríguez, hizo al móvil de De 12 a 14 (El Tres), sus complicaciones de salud comenzaron cuando era muy pequeño, cuando a poco de nacer le tuvieron que quitar parte del colon.

Pero con el tiempo surgieron problemas hepáticos y este año se determinó que la única solución para él era un trasplante. La cirugía se programó en Rosario con una donante viva, la madre de Benicio, y se realizó el 27 de mayo.

De acuerdo a lo que relató el médico Alejandro Costaguta, a cargo del equipo que realizó la intervención, a un mes de esa cirugía surgió una nueva complicación, por una infección, y de hecho el martes pasado el órgano dejó de funcionar por completo, por lo cual la situación se tornó gravísima.

En ese marco, se volvió a inscribir a Benicio en la lista de emergencia a la espera de un donante, que apareció este domingo, cuando el niño ya estaba al límite.

En ese marco, pasó lo increíble. Con el chico ya preparado en el quirófano, la llegada del órgano se demoró por una amenaza de bomba en el aeropuerto impedía el aterrizaje del avión que lo traía.

Finalmente, el hígado llegó y la operación se realizó entre las 15 y las 23.30 del domingo.

“Benicio está bien. Llegó con lo justo al trasplante, pero confiamos en que ahora se van  acomodar todas las variables y la cosa va a andar”, resumió su médico.