Es la cara de Lionel Messi tatuada en el propio cuerpo de la Argentina. El tatuaje “más grande del mundo” según su mentor, el cordobés Carlos Faricelli. 

Faricelli es el ingeniero agrónomo que antes del Mundial –”sin el diario del lunes”, dijo él en el programa Radiópolis de Radio 2– diseñó la cara de Messi en un campo de maíz, una idea que luego tomaron y replicaron 20 productores. Eso fue luego de que Faricelli subiera la foto del primer “tatuaje” a sus redes sociales.

El ingeniero agrónomo explicó que el nivel de tecnología que se maneja en el campo hoy es lo que le permitió realizar el diseño. La “tinta” del tatuaje es la semilla: “Se pone más o menos en determinados lugares”. Las sembradoras funcionan así como si fueran “impresoras digitales”. En las partes sombreadas, entonces, hay mayor cantidad se semillas.

Faricelli hizo el primero, sacó una foto aérea y la subió a sus redes. A partir de allí le llegaron los pedidos de 20 productores que replicaron el diseño en sus campos de maíz.

Los productores que se embarcaron corren un riesgo: la siembra tiene mayor costo y con sequía hay posibilidades de que la mayor concentración de semillas sea contraproducente.

El profesional explicó que mientras más crezca la planta más se va a notar la cara de Messi. Y dijo que incluso cuando florezcan va a ser bien visible.

El ingeniero agrónomo contó que colegas sobrevolaron uno de los campos en helicóptero y quedaron asombrados. Y dijo que probablemente los diseños se vean desde los aviones comerciales por dos años y medio ya que después de la cosecha va a quedar la caña.

En cuanto al tamaño del tatuaje, dijo que el primero se hizo en un terreno de 900 por 700 metros.