En Oxford, Inglaterra, existe una mansión abandonada que llama la atención de decenas de vecinos y uno de ellos llamado Steven Bailey, de 40 años, se animó a visitar y tomar escalofriantes postales de su interior.

La mansión abandonada era propiedad de una pareja que falleció hace tres años atrás, en 2018, y nunca nadie la volvió a habitar, por lo que quedó todo tal cual la dejaron.

El sujeto, que se presenta como explorador urbano y exportador de productos químicos, señaló que antes de ser una residencia privada era una antigua granja de cría de peces, desde 1952 a 2003, que fue cuando se refaccionó para que viva una pareja.

Ni bien entró lo que más le sorprendió fue la cantidad de habitaciones que había, específicamente 30, y que estaban repletas de moho, escombros y mugre. Entre las imágenes más escalofriantes, había una pileta con agua y restos de objetos, un living destruido con madera, piedras y demás materiales.

"Estaba por toda la pared, el techo y los muebles, y se debía al hecho de que el techo tenía una gran gotera, por lo que el agua goteaba y empapaba todo", detalló Steven Bailey. Aunque, admitió: "A pesar de esto, gran parte de la mansión todavía estaba en muy buenas condiciones".

Incluso, expuso una curiosidad de los cuartos de la mansión abandonada: "Había piezas ornamentadas de muebles de madera en la mayoría de las habitaciones y fotografías de los anteriores dueños de la casa e incluso de sus mascotas en muchas de las habitaciones".

Por último, reveló sobre lo más peculiar que halló: "El hallazgo más interesante fue definitivamente la gran chimenea en la sala de estar. Ese hubiera sido un lugar increíble para sentarse y relajarse en el pasado", dijo, según publicó Mirror.