Un grupo de ingenieros agrónomos, investigadores, integrantes de cátedras universitarias, talleres ecologistas y organizaciones ambientalistas, presentaron a mediados de abril pasado una carta a autoridades provinciales y nacionales, anticipando la posibilidad de que se produjeran grandes incendios de pastizales. Nadie respondió a esa advertencia, que luego se transformaría en una dramática realidad.

El ingeniero agrónomo Ernesto Massa, integrante del Inta Paraná, es uno de los profesionales que firmó la nota. Este viernes habló en el programa La primera de la tarde (Radio 2) y precisó que “es una carta donde nosotros nos dirigimos a autoridades de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y también de Nación”.

“Firmamos esa nota y la presentamos porque conocemos el Delta del Paraná, y veíamos que ante un verano muy seco, que se venía de una inundación y ahora estábamos ante una bajante extraordinaria, se producía una gran cantidad de material vegetal conbustible”, describió el investigador.

Y agregó que “por todo eso, consideramos que era muy probable que se dieran incendios importantes”.

Massa, que es experto en vegetación de las islas del Delta del Paraná, también expresó que “por la prácticas de la ganadería, donde habitualmente se quema a los pastizales, podía pasar esto”.

El ingeniero también remarcó que “estamos en un contexto de cambio climático que hay que tener en cuenta”. “Somos un grupo de gente que veíamos que esto podía suceder”, aseguró. Sin embargo, apuntó que “nadie respondió a ese llamado de atención, por lo menos en lo que a mí respecta”.

Acerca del inicio de los focos ígneos, Masa dijo que “puede ser que los incendios se hayan ocasionado por acción del hombre, pero no puedo decir que fueron exclusivamente por esto”.

Por último, el ingeniero agrónomo fundamentó: “Luego de un período de creciente como sucedió el año pasado, vinieron meses cálidos y húmedos en primavera, verano y otoño. Cuando llegaron los primeros fríos, las pasturas que crecieron en el clima cálido y quedaron al descubierto por la bajante, se secaron y eso es un combustible formidable para los incendios”.