Después de escribir siete cuentos de 1.500 caracteres cada uno en una semana, Alexis Favre, un niño funense de ocho años se consagró en noviembre pasado campeón de la octava edición del Mundial de Escritura, un concurso que desde el año 2013 organiza el rosarino Lucas Llach y que en esta ocasión tuvo 11 mil participantes de más de 60 países. “No esperaba ganar”, reconoce con una voz muy tímida.

Achu, como le dicen en su círculo cercano, se presentó al certamen incentivado por su maestra Guillermina Mammarella de segundo grado del Colegio María Auxiliadora, al cual asiste junto a su hermana melliza Gina, quien también participó y obtuvo el premio colectivo que se llevó el equipo “Los Sauces boxeadores”, el cual integraron junto a otros cuatro niños. 

La dinámica del certamen es exigente, algo que la seño les anticipó desde el inicio y aun así decidieron aceptar el desafío. En la categoría niños, cada participante debía escribir un cuento de 1.500 caracteres por día, durante los siete días de la semana. Al inicio de cada jornada se les daba una consigna para que luego los chicos utilizaran su imaginación y crearan su texto.

Al cabo de esa semana, el equipo que se había conformado debía votar por un cuento para que pasara a la instancia siguiente y pudiera ser evaluado por los jurados. El ganador fue “Los cuentos del mundo”, el penúltimo texto que Achu había escrito y en el cual integraba a los personajes de los cinco anteriores. 

El día que lo escribió, la consigna inicial era utilizar en el argumento un personaje de ficción, y él eligió a Peter Pan para luego empezar a meter a todos los otros personajes, incluidos Lucas y Emilia. ¿Quiénes son Lucas y Emilia?, son dos amigos que acompañan a Achu y Gina desde muy pequeños y nacieron de la imaginación de su papá Carlos.

“Cuando ellos eran chiquitos, a la hora del baño o a la hora de dormir yo les inventaba cuentos. Ellos pensaban el tema, y yo luego desarrollaba, y Lucas y Emilia eran siempre los protagonistas”, rememoró su papá en diálogo con Rosario3.

Achu se agarró de ese recuerdo para volver a darle una nueva aventura a Lucas y Emilia, ya que en “Los cuentos del mundo”, les toca viajar en un agujero negro y llegan al país del Nunca Jamás de Peter Pan, quien les pide que lo ayuden a derrotar al Capitán Garfio. Entonces Lucas llama a los personajes de los otros cuentos que ya había escrito Achu para que colaboraran en la misión y entre todos pudieran lograrla, cada uno usando su poder.

“Los chicos van a la escuela de tarde, entonces cuando llegaban, después de merendar, a veces nos poníamos con la escritura. Si tenían otras actividades, lo hacían de noche antes de dormir. Algunos días se hizo bastante tarde, pero pudieron siempre cumplir con la consigna de hacer el cuento diario”, contó Judit, su mamá.

Tanto Alexis como Gina coinciden en que a veces costaba “un poco” llegan a los 1.500 caracteres, y que a la hora de escribir utilizaban un contador para ir viendo cuánto les faltaba. “Iba pensando la historia mientras iba escribiendo, no la tenía antes en la cabeza”, describe Achu sobre su dinámica a la hora de elaborar sus textos.

Con ocho años, resultó ser un escritor bastante riguroso: “Yo no dije eso”, afirmaba ante alguna corrección que querían realizar sus padres y debían dar marcha atrás. “El cuento salió tal como él lo contó, no tiene ni una coma agregada”, aseveró su papá.

El premio que ganó Alexis fue una importante orden de compra en una reconocida librería de la ciudad, con lo cual ahora los hermanos se nutrieron de nuevos libros que van a seguir despertando el interés por las historias. Además, ya tienen proyectado volver a inscribirse en el concurso este año.