Unas 130 familias rosarinas que lograron cumplir el sueño de la casa propia, aún no pueden habitarla. Muchos de ellos llevan años de espera. La dificultad radica, según los damnificados, en que aún no tienen servicio eléctrico. En las últimas horas, Cooperativa de Vivienda Rosario, la empresa constructora del edificio en cuestión, ubicado en pleno microcentro de la ciudad, envió un pedido de informes a la EPE en el que reclama, entre otras cosas, una fecha estimativa del final del trabajo para poder entregar los departamentos a los adjudicatarios.
Según denuncian, el edificio, situado en calle San Juan 1158/71, ya cuenta con agua y gas, pero falta electricidad, ya que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) se había comprometido a instalar en el lugar una subestación transformadora (SET) que garantice la potencia eléctrica necesaria, pero eso todavía no pasó.
"Recordamos que la obra civil ejecutada por la Cooperativa para el correspondiente montaje de SET fue aprobada por la EPE el 5 de enero de 2021 y desde esa fecha venimos realizando reclamos sin tener respuesta alguna", manifiesta el texto entregado.
Por su parte, la Empresa Provincial de la Energía informó que los trabajos se están realizando y que la demora tuvo que ver con condiciones que Cooperativa no había dispuesto correctamente durante la construcción de los dos espacios habitables.
Al todavía no contar con medidor, los vecinos no pueden ingresar reclamos formales ante la EPE y las gestiones las lleva adelante la Cooperativa de Vivienda de Rosario.
En los últimos días, los vecinos observaron trabajos de media y alta tensión en la zona, incluso estuvo cortada la calle Mitre durante un buen tiempo, pero aún no saben si esas obras responden o no a las del edificio en cuestión.
Lo que esperan ahora es una respuesta formal de la EPE sobre una fecha de final de obra, para que Cooperativa de Vivienda pueda informar a sus asociados sobre los pasos a seguir. En junio de este año, la empresa asociativa reunió a los futuros habitantes de los edificios en cuestión y cada familia ya tiene asignada su unidad. Solo les falta poder vivir en su propia casa, pero no saben cuándo ocurrirá.



