La Justicia ya investiga si la pérdida de 400 dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus en la ciudad bonaerense de Olavarría, por un corte en la cadena de frío, se trató de un “atentado”. 

El fiscal general la ciudad bonaerense de Azul, Marcelo Sobrino, señaló que se intenta establecer si el descarte se debió a "una falla eléctrica en el freezer" en donde estaban ubicadas o si se trató "de un atentado".

“Hay dos posibilidades, que se trate de un tema técnico, por una falla eléctrica en el freezer, o un atentado”, dijo Sobrino, en sintonía con la fiscal de la causa, Viviana Beytía, que agregó que las vacunas estaban guardadas en un espacio de dimensiones reducidas.

En ese sentido, Beytía explicó que hay cámaras que registran tanto el acceso a este lugar como los freezers que están allí, donde estaban almacenadas las inmunizaciones.

Dijo que estos dispositivos funcionan y graban las imágenes y que pidió la preservación de este material desde el 2 al 4 de enero, fecha en que se realizó la denuncia. A partir de estas grabaciones los investigadores tratarán de determinar quién o quiénes pueden haber estado implicados en las irregularidades.

Sin embargo, Ramiro Borzi, titular de la Región Sanitaria IX de la provincia de Buenos Aires, dijo al sitio Infoeme que se corroboraron "una serie de hechos irregulares y graves; por ejemplo, que a las 2.50 de la madrugada se cortó la cámara que monitoreaba el freezer".

Fuentes del Ministerio de Salud de Buenos Aires también se refirieron a esa presunta falla y deslizaron la posibilidad de un hecho intencional para echar a perder las vacunas de origen ruso, hasta ahora las únicas disponibles en la Argentina.

El ministro Daniel Gollan consideró "llamativo" el episodio afirmó que ante esa situación "se inició un sumario" y se efectuó una "denuncia judicial para que se investigue".

"Nosotros tenemos 160 puntos de vacunación con sus respectivos freezer y termómetro de control, grupo electrógeno por si falla la electricidad y su propio sistema de monitoreo", explicó Gollan en declaraciones al canal de noticias TN.

Agregó que "la perilla que fue dejada a una temperatura a la noche fue girada a 26 grados y la única cámara de seguridad que enfocaba allí fue apagada".

Si se trató de un atentado, la causa podría pasar a la Justicia Federal en base al artículo 205 del Código Penal, que sanciona con prisión de seis meses a dos años al que “violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.

"Hasta las últimas consecuencias"

 

El intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, dijo este martes que si existió sabotaje en la pérdida de 400 dosis en ese distrito, "habrá que ir hasta las últimas consecuencias".

"Lo que pasó es un episodio confuso y lo está investigando la fiscalía", señaló el jefe comunal quien aclaró que "si se confirma que fue un sabotaje, habrá que ir hasta las últimas consecuencias".

En diálogo con radio La Red, Galli precisó que la denuncia fue radicada en la Fiscalía N° 10 de Olavarría por directivos del Hospital Oncológico, que es donde estaba almacenada la vacuna, y explicó que allí "llegaron 450 dosis, de las cuales se habían aplicado ya 50".

"Las otras 400 vacunas perdieron la cadena de frío por estar a temperatura ambiente", remarcó el jefe comunal.

Para Galli, el municipio "no tuvo injerencia" y fue la Región Sanitaria IX quien tuvo participación en el control de las vacunas.

La cartera sanitaria informó el lunes que "en el marco de la campaña provincial de vacunación contra el coronavirus, que incluye un control permanente sobre la logística y el proceso de aplicación de las dosis, el Ministerio de Salud detectó un desvío en la cadena de frío de las vacunas" de ese hospital.

Ante esa situación, se "decidió retirarlas y reestructurar la vacunación del distrito, derivando al personal de salud que debía recibir las vacunas a los municipios vecinos".