Una placa de hormigón cayó desde el techo de un edificio de nueve pisos en la ciudad rusa de Vladivostok, impactando un automóvil estacionado frente a la entrada.

El hecho ocurrió en medio de intensos vientos y lluvias heladas, cuando el dueño del vehículo quitaba la nieve acumulada en el parabrisas. El hombre se salvó de ser aplastado apartándose en el último instante.

Una publicación compartida de 22gramm (@22gramm)

A pesar de haberse quedado sin vehículo, el automovilista pareció tomarse la situación con buen humor y fue fotografiado sonriendo y bebiendo una cerveza apoyado sobre el capó, según RT.