Lionel Messi disfrutaba de su último día de vacaciones, antes de regresar a los entrenamientos con el Barcelona. Y lo hizo en su hábitat natural: una cancha de fútbol. Aunque esta vez eludió a un rival muy especial: su enorme perro llamado Hulk.

En cueros y descalzo, Leo hizo cansar de lo lindo al enorme perro de raza Dogo de Burdeos, que acompaña a la familia a todos lados.

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Mientras los hijos de Messi decían cosas graciosas al costado de la canchita, Antonela Roccuzzo grabó el divertido momento y lo compartió en su cuenta de Instagram.