Desde los comienzos de la humanidad, el hombre sintió la necesidad de plasmar sus vivencias a través de la pintura. Como soporte pictórico podía utilizar las paredes de una caverna o hasta su propio cuerpo. En esos tiempos, pintar el propio cuerpo podía marcar las jerarquías dentro de una etnia. En otro momento los marineros sirvieron de puente entre las civilizaciones que todavía practicaban el arte del tatuaje y la cultura occidental. Ellos aprendieron esa manifestación cultural, la llevaron a la piel y se convirtieron en los tatuadores del viejo mundo. En los tiempos modernos, estar tatuado supo tener también una asociación inmediata hacia la “marginalidad”. Y la evolución continúo hasta nuestros días.

“Hoy por hoy, en el 2022, estamos en un punto donde es más difícil encontrar gente sin tatuajes que con tatuajes. Yo llevo 30 años tatuando y hace 30 años o un poco más era todo un tema. Estar tatuado era asociar a alguien con una persona marginal y nada que ver. Si nos remontamos tiempo atrás, el tatuaje marcaba etnias y grupos. Los tiempos cambiaron y estamos en una evolución plena del tatuaje. Hoy se ven trabajos increíbles que hace 30 años eran impensados. Es un arte que está en constante evolución y ebullición porque no para de crecer. Hoy vemos por las redes sociales los avances de la industria del tatuaje, trabajos que te dejan asombrados. Yo me pregunto: ¿cómo hicieron eso en la piel?”, aseguró Serra.

Tatuarse tuvo sus momentos y estilos. “Las tendencias fueron cambiando a tal punto que una persona que no tenía ningún tatuaje decide tatuarse el cuerpo entero en X tiempo. Antes uno se hacia un tatuaje, después otro y era todo una colección. Hoy ves piezas increíbles que fueron pensadas y planteadas de antemano realizadas en muy poco tiempo”

¿Qué busca una persona al tatuarse? ¿Es solo un cambio estético? ¿Cambia su actitud ante la vida? “No sé si estar tatuado o no cambia la actitud de una persona. Yo tengo un cliente que vos lo ves de remera de mangas cortas, parece que no tiene nada, se saca la remera y está todo tatuado. Siempre el tatuaje es un viaje muy personal”.

El tatuaje está atravesando todas las generaciones. “Hoy hay gente grande que se anima, que vienen y te dicen: 'yo quería y recién ahora me animé'. Yo digo que nunca es tarde, no tenés que quedarte con las ganas".

Las tendencias fueron cambiando a tal punto que hay personas que no tenía ningún tatuaje y decidieron tatuarse el cuerpo entero en poco tiempo

Las nuevas tecnologías hoy les permiten a estos artistas ampliar el abanico de posibilidades a la hora de plasmar su arte. “La industria del tatuaje creció mucho en herramientas, aplicaciones, colores y no para de sorprender. Una Tablet, por ejemplo, te permite programar todo el trabajo ahí, lo diseñas, lo pones sobre la persona y podes ver cómo puede quedar”. 

Para Guillermo Serra, sus comienzos como tatuador fueron un largo y duro camino de aprendizaje. “Desde muy chico me llamaban mucho la atención los tatuajes, siempre me gustó dibujar y en ese momento estaba 'El caña' (Julio Oksanich) que fue el primer tatuador de Rosario. Yo me tatuaba con él y lo volvía loco para que me enseñe. Él no me quería enseñar, me decía que era muy chico y que tenía que tener un autoclave que es una herramienta de esterilización que para un pibe de 17 o 18 años era algo muy caro. Me rompí el lomo, lo compré, ahí me tomo en serio, empezó a enseñarme y ahí empezó todo”.

El próximo sábado 5 y domingo 6 de marzo, Rosario será sede de una nueva Convención de Tatoo de Arte Eterno en el Salón Metropolitano. Este encuentro tendrá su octava edición y reunirá a los artistas más destacados de Rosario, del resto de nuestro país y de países limítrofes.