Fausto Duperre tiene 25 años,  es actor y desde hace dos meses vive en Barcelona, donde consiguió trabajo como camarero. Pero no todo es tan lindo como parece. No encuentra departamento que acepten mascota y él no se imagina viviendo sin Oliver, su perro. 

Además de la trsiteza del desarraigo, aparece la desesperación al ver que los días corren y las posibilidades se acortan. Fausto necesita urgente conseguir un departamento donde acepten animales ya que al parecer su compañero de cuatro patas tiene fecha de viaje. 

"Olito" como lo menciona cariñosamente en redes sociales, es un labrador de siete años y se quedó en la casa donde vivían juntos en la Argentina al cuidado de uno de los hermanos del actor. El 11 de septiembre podrían reencontrarse y por eso busca un lugar contra reloj.

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“Somos cinco hermanos, nos fuimos mudando y el perro iba de casa en casa. El último año y medio estuvo conmigo, y nos volvimos inseparables. Tenemos un vínculo único, es muy genio”, le contó Fausto a TN.

Oliver necesita cuidados especiales ya que fue diagnosticado con hipotiroidismo, obesidad, artrosis y alergia en la piel. Los planes que tenían armados para el reencuentro se fueron postergando. “La ciudad no es tan pet friendly como la pintan en todos lados, y al momento de alquilar un piso, como le dicen acá, prefieren firmar el contrato con personas que no tienen mascotas. Cuando decís que tenés un perro, te descartan de la lista”, indicó el actor. 

Además aseguró que ni siquiera le dan la posibilidad de presentarles al animal que a su edad y con los problemas de salud que tiene  "solo quiere pasear y descansar cómodo”. Por eso acudió a las redes sociales donde tiene más de 46 mil seguidores. 

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Me agarró desesperación porque si no tengo departamento para el 11 de septiembre cuando está previsto que venga Olito, no sé qué hacer. ¿A dónde vamos a ir? Por eso publiqué un video en mis redes pidiendo ayuda”, contó el joven y destacó que muchos argentinos que viven en Barcelona le ofrecieron cuidar al perro hasta tanto consiga un lugar.

La cantidad de argentinos que me ofrecieron ayuda es impresionante y eso me emocionó. Aunque hace poco estoy instalado, acá se siente que todo argentino es familia porque estamos pasando por lo mismo: nos vinimos para intentar progresar y nos perdemos de compartir vida con nuestros afectos”, reflexionó.