El multipremiado artista rosarino Franco Luciani presenta en vivo su nueva producción discográfica titulada “Frutos del país” (Acqua Records), grabada en formato de cuarteto junto a Pablo Motta en contrabajo, Leonardo Andersen en guitarra y Bruno Resino en percusión. En este trabajo, el extraordinario armonicista rosarino, imprime en forma deliberada un modo criollo y directo a la hora de interpretar melodías y danzas populares del centro y noroeste argentino. De este modo reversiona clásicos del folklore y comparte algunos temas de su autoría en un formato tradicional, siempre abierto a las influencias del presente.

Instrumentista, intérprete de armónica, compositor y cantante. Es considerado como uno de los músicos argentinos más talentosos, prestigiosos y versátiles de su generación; el mayor intérprete de armónica de la actualidad en Argentina y reconocido entre los mejores del mundo.

Se formó en percusión sinfónica y batería en la Escuela Municipal de Música, en la Universidad Nacional de Rosario y en la Escuela Provincial de Música, todas ellas instituciones de Rosario, su ciudad natal. Sin embargo, como músico profesional utiliza la armónica, en particular la cromática. Su estilo musical combina la música folclórica argentina con el tango. También ha incursionado en el jazz y en la música clásica.

-¿Cuál fue la idea al iniciar este disco nuevo?

-Yo tenía muchas ganas de hacer un disco más tradicional, más criollo, más directo a las versiones de estas composiciones folclóricas como vos bien sabes y la gente que conoce mi camino saben que soy un tipo camaleónico. Vengo de un disco de tango con el maestro Colángelo (José), otra cosa diferente, pero esto es algo que siempre estoy de una u otra manera haciendo, a veces en invitaciones, incluso de tocar una zamba, una chacarera, así de una manera bastante libre. Es lo que quería un poco hacer… tocar más simplemente la danza, insisto que, en otros discos míos, incluso de folclore o mixiados, estas músicas están, por ahí, tomando otros juegos, otros tipos de arreglos y demás. En este caso hacía un tiempo que venía con ganas de encararla de esta manera. Así que estoy pensando un repertorio también amplio, amplio dentro de ese universo, porque dentro del mismo folclore hay un universo muy grande como cada género. Así que busque este repertorio, busque este formato, que es un formato con mucha fuerza, pero acústico, sigue siendo la guitarra, el contrabajo y ahora la percusión, así que me puse a juntar estos temas y acá está.

-En la elección de los temas… ¿hay algún hilo conductor?

-El hilo conductor más que todo es el enfoque. Sin entrar en mucho tecnicismo, ni ponerme académico, son temas que me permiten en la armónica tocar tonalidades abiertas, o sea puedo tocar acordes para darle más fuerza rítmica también y melódica obviamente claro está. Entonces sobre esa premisa empecé a buscar obras que fueran en su gran mayoría tradicionales, pero en eso de hacer obras tradicionales de hacer clásicos, que también representen un poco la amplitud histórica. Por eso hay temas como “Juntito al fogón” de los hermanos Ávalos, incluso “Canta zamba” o en “En sombras tú” son temas antiguos. También quería que estén los clásicos de hoy, que ya son clásicos, como por ejemplo “Por seguir” del querido Raúl Carnota o “Zamba del arribeño” de Juan Falú y Néstor Soria, o los temas de Paz y Carabajal como “Adiós que te vaya bien” y “Para los ojos más bellos” ya son clásicos, a su vez son temas algunos contemporáneos, de estos tiempos. Así que esa fue más o menos la búsqueda, y sumar los temas que me queden cómodos al instrumento y a la voz también. Algunos temas que me encantan de toda la vida, de hace mucho tiempo como “Esquina al campo” o “Chacarera del Chilalo”, pero no los había grabado ni tocado jamás y dije bueno vamos a tocarlo y vamos a grabarlo. Después las dos obras mías, que es “Gatónica” que es un gato, tocado con armónica diatónica para darle así un toque diferente, pero no deja de ser un gato súper bailable, o el bailecito que hicimos con Chiche Décima (Oscar) en poesía, por eso la canté, con toda esta variedad el hilo conductor es que sean danzas de nuestro folclore y darle ese guiño, obviamente con la frescura del hoy, con la actualidad, con la coyuntura del hoy.

-¿Por qué la elección de “Frutos del país” para el nombre del disco?

-Es una frase hermosa, que yo la he leído mucho, por ahí me las he ido encontrando libros, muchas veces en relatos del viajero, que me gusta mucho el tema de los pueblos originarios, lo que fue en su momento la conquista y el avance de la historia, previa incluso de nuestra Patagonia, nuestra pampa, de nuestro litoral del chaco incluso zonas que hasta el 1800 todavía se disputaban con las tribus y el gobierno. Entonces cuando andaban los viajeros por esos lares, que hay libros escritos, o los misioneros, o los mismos partes militares, a veces cuando hablan de los productos o de las tribus que intercambiaban con los ponchos y demás, en la Patagonia los Mapuches, los Tehuelches, o los productos incluso del lado del hombre blanco de las civilizaciones muy entre comillas, como las pulperías o los ramos generales, cuando estos viajeros veían elementos característicos decían: estos son frutos del país, como diciendo es algo que no está en otro lugar, está acá, no está de donde yo vengo. Son productos, y esto lo agrego yo, son productos que necesitan de esta tierra, que necesitan de esta agua, de este clima, de este aire, esa cosa que es muy representativa de un lugar. Me contaba gente que se acuerda de chiquito de algún camión que tiene algún elemento, los cítricos en Entre Ríos, donde aún se utiliza esa denominación, frutos del país, pero en este caso como representativo de nuestra cultura, de nuestra música y algo que está hecho con ingredientes autóctonos, eso no quiere decir que no pueda recibir otros sabores y otras cosas, a no confundirse, pero que son de acá. Aparte el término fruto es algo que habla de una riqueza cultural, el fruto nace, también se consume, cae del árbol, pero siempre hay un fruto detrás, habla un poco también de esta renovación constante. 

-¿Cómo te llevas con la voz? ¿Volviste a cantar en este disco?

-Muy bien, es algo que yo lo tomo con mucha tranquilidad y relajación, quiero decir, por ejemplo, en “Anda en el Aire” que es un disco del año 2018, que inaugura una parte más solista mía con la voz, yo canto un porcentaje grande del disco, y en los discos siguientes, incluso en el de “Tango improvisado” que cante un par de tangos digamos a la antigua, esto de cantar solo un fragmento. Por ahí podemos pensar que ni si quiera es la misma cantidad, es menos, claro por qué yo creo que eso me lo vaya pidiendo el álbum, será porque empecé a cantar, quiero cantar cada vez más, o sea si en vivo uno me ve presente con mi voz y eso siempre también varía, porque varía el repertorio, pero obviamente que es algo que en aquel momento llegó para quedarse. Está bien presente en este disco porque yo canto la mitad de un mix de zambas, canto zamba, canto el bailecito, canto algunos estribillos, es algo con lo que me llevo realmente muy bien, que llegó para quedarse como te decía, y que le da un color muy particular, que yo disfruto mucho cada intervención y que insisto siempre es muy bien recibida y pienso hacerlo obviamente de acá siempre abrazando los sonidos de mi armónica de acá al resto de mi camino.