Jimena Barón, que fue el centro de la atención mediática tras la controversial campaña de marketing de su última canción, canceló los shows que tenía programados en General Roca y Villa la Angostura este fin de semana, ya que "no se siente emocionalmente en condiciones".

Además, "pidió asistencia psicológica y psiquiátrica. Luego de la evaluación profesional le fue contraindicado realizar los próximos espectáculos", informó la productora Atelofobia.

"Se le indica reposo, medicación sedativa y acompañamiento de sus seres queridos en su casa. También se le recomendó aislamiento de los medios y redes sociales hasta tanto recupere su fortaleza. A Jimena le resultó imposible procesar emocionalmente el grado de violencia que recibió a través de algunas expresiones que se hicieron en las redes sociales. Consideramos que se atravesó un límite que debió ser inquebrantable", señaló el comunicado.



Y concluyó: "El hostigamiento, la violencia y las amenazas que involucran a Jimena y a su familia generan un amedrentamiento extorsivo y aterrador".

La situación comenzó con la viralización de una campaña de marketing en la que se podía ver a Barón posando al lado de un afiche con la estética propia de utilizan las redes de prostitución. La idea era promocionar el próximo corte de la cantante, que lleva por nombre "Puta".